Pocos lugares del mundo, en tan poco territorio, pueden presumir de tantos éxitos deportivos como Gran Canaria, una Isla que cuenta con campeones olímpicos, que presume de ser el hogar de un equipo como la UD Las Palmas, que se entusiasma con el baloncesto a través del Granca y que desde ayer cuenta con otro club campeón de Europa: el Rocasa Remudas, que en su hoja de servicios ya luce la corona de la Copa EHF Challenge de balonmano femenino.
El conjunto teldense recoge, en el Viejo Continente, el testigo del CB Islas Canarias, que en 1999 ganó la Copa Liliana Ronchetti de baloncesto femenino al superar en la final -a doble partido- al cuadro israelí del Yes Ramat Hasharon. Antes, levantó dos Copas.
Antes, en canchas como el García San Román, el Centro Insular de Deportes o el Pabellón Municipal de Maspalomas, la afición grancanaria vibró con equipos de diferentes modalidades. El Sumarsa se destapó en los años 80 en el mundo del fútbol sala -cuando aún se le conocía como futbito- con un título de campeón de Liga.
Fundado en las canchas del colegio Calvo Sotelo, el Guaguas dominó el voleibol español durante un lustro: campeón de Liga en cinco ocasiones y de la Copa seis veces, el club presidido por Juan Ruiz fue el gran referente en los años 90.
En el fútbol sala, el Maspalomas Sol de Europa siguió la estela del Sumarse al ganar una Liga y una Copa de España.
