La progresión de la mejor jugadora de la historia del ajedrez español no tiene límite. Después de confirmar su dinastía, por tercera vez, en el Campeonato de España el año pasado, la grancanaria agranda su legado y pasará a la posteridad nacional de este deporte tras obtener el segundo puesto -empatada a puntos con la líder- en el Campeonato de Europa que se celebró durante la última semana en Constanza (Rumanía). Un hito nunca alcanzado por una española.
Las efemérides de las 64 casillas están reservadas para Sabrina Vega. Su actuación en el Europeo absoluto femenino ha sobrepasado cualquier expectativa previa. La jugadora insular inició el campeonato en el puesto 24 del ránking y lo finaliza compartiendo la primera posición junto a la ucraniana Anna Ushenina, otrora campeona mundial en 2012.
Tras un dubitativo comienzo de torneo, después de perder la quinta partida al agotar su tiempo de juego y desaprovechar una posición ganadora, la grancanaria sacó su mejor versión de juego en el tablero. Cuatro victorias seguidas le catapultaron hasta los primeros puestos de la clasificación. Y en las dos últimas rondas consiguió tablas contra la campeona ex aequo Ushenina, y vencer en la última y decisiva partida contra la alemana Elisabeth Paehtz.
Cientos de seguidores conectaron en la red para seguir en directo el desenlace del campeonato. Un encuentro que supuso una montaña rusa, en el que Sabrina Vega dispuso de una clara ventaja durante la apertura de la partida, pero que quedó igualada en el transcurso del medio juego, para terminar imponiéndose en un magistral final por parte de la ajedrecista grancanaria.
Entre los que seguían con cierto nerviosismo la ronda final estaba uno de sus mentores, Ernesto Solana, quien transmitió su felicitación a la jugadora: "Estaría muy nerviosa, pero se lo merece. Es mérito suyo por su capacidad y sacrificio", subrayó.
Un podio histórico para el ajedrez español y para Vega, quien pudo resarcirse de la oportunidad perdida de obtener igual puesto en el año 2002, en la categoría sub-16, después de caer derrotada en la fatídica última ronda frente a Jolanta Zawadzka.
Con esta medalla de plata, Sabrina Vega consigue la clasificación para la próxima Copa Mundial. A lo que hay que sumar aumento de 26 puntos de ELO y la performance de 2561 de ELO firmada, que estuvo cerca de otorgarle la norma de Gran Maestra.
Se sacó la espina
La jugadora grancanaria, quien nos atendía desde Rumanía después de su extraordinario éxito, se mostró "feliz y muy contenta", viendo una sensación que "no se puede describir con palabras".
Sabrina Vega pudo sacarse por fin la espina. Recordaba cuando, en sus comienzos con sólo ocho años, en el Mundial de edades se quedó varias veces a las puertas de las medallas, "igual que en 2015, en el Europeo de selecciones, donde hice un gran campeonato como primer tablero con España". "En la última partida, donde si ganaba también conseguía la medalla de plata, me lío y tampoco lo logre", explicaba feliz.
Sabrina Vega, por fin, consiguió desquitarse de esos sinsabores anteriores en tierras rumanas: "Se terminó ese gafe". La isleña afirma que "no me esperaba" este gran resultado, "porque se trataba de un torneo durísimo".
"Aunque un Mundial y un Europeo son campeonatos distintos, evidentemente, el ajedrez continental es el más exigente, el que tiene mayor nivel, con partidas muy difíciles con cualquier jugadora que te enfrentes", explicó la ajedrecista grancanaria, quien añadió que existía control de tiempo, "algo que me gusta", pero que hacía las partidas más largas.
Sabrina Vega, ahondando sobre la dificultad de su logro, apunta que "partía desde una posición inicial muy retrasada, desde el puesto 24". Pero, por suerte, la cosa salió a pedir de boca, "con un sprint final muy bueno, haciendo cinco puntos y medio en las últimas seis rondas". "Ha cuadrado todo muy bien. Me supe reponer a una partida en la cuarta ronda, muy luchada y muy ganada, que pierdo porque se me cae la bandera al quedarme sin tiempo".
La grancanaria explica que en Rumanía ha conseguido "el mayor éxito de mi carrera deportiva". Ahora, la isleña marcha a Italia para disputar otro torneo. Reconoce que el primer objetivo en este Europeo, no era la medalla, "sino conseguir la plaza para la Copa Mundial, por lo que estoy doblemente feliz por la medalla".
