Todos los clubes de lucha canaria de la Isla de Lanzarote, así como la Federación Insular, que preside José Hernández El Verga mostraron su gratitud con la familia Cabrera Cabrera, durante la II Supercopa Mamerto Cabrera Medina, disputada en el terrero Ulpiano Rodríguez Pérez de Tías, de donde era natural precisamente el finado empresario lanzaroteño, cuyo memorial recuerda también su afición al vernáculo deporte.

Un enorme trofeo artesanal de piedra, ramos de flores y placas fueron los objetos con los que sencilla, pero profundamente, los presidentes de los clubes conejeros, y el máximo responsable de la Federación Insular, quisieron dar las gracias por el importante patrocinio que reciben de las empresas de la familia Cabrera Cabrera.

Los hijos de Mamerto Cabrera Medina, Mamerto, Pedro y Nieves, así como su esposa, Nieves Cabrera Camejo, y una hermana, Hortensia Cabrera Medina, fueron agasajados en el centro del terrero, donde se vieron gratamente sorprendidos por las muestras de cariño y respeto de los máximos responsables de los equipos lanzaroteños.

Por eso, desde hace ya dos temporadas, la Federación Insular de la Isla de Los Volcanes clausura el ejercicio de brega anual, con una Supercopa, que honra la memoria de Mamerto Cabrera Medina. Sus hijos y esposa han querido, además, mantener viva la tradición de la lucha canaria en Lanzarote.

Concuño del Pollo de Tías

La afición a Mamerto Cabrera Medina a la lucha canaria le llegó no sólo por la tradición en su pago natal, Mácher, sino también porque, por entonces, un joven luchador de Tías, Manuel Cabrera, destacaba de tal manera, que pronto se convirtió en el Pollo de Tías. Y como la entonces novia de Mamerto, Nieves Cabrera, es hermana de la esposa del Pollo de Tías, Cristobalina Cabrera, los concuños se tenían más aprecio.

Por eso, el Pollo de Tías recuerda como, siempre que podía, Mamerto le acompañaba a las luchadas: "Dejábamos muchas veces a las novias para ir a luchar. Yo en el centro del terrero, y él (Mamerto), animándome en la grada".

El Pollo de Tías, por cierto, lamentó mucho no haber podido acudir a la II Supercopa Mamerto Cabrera Medina, porque las piernas, como dice él. ya no le ayudan, pero sí evoca con emoción y orgullo la buena amistad que tenía con Mamerto desde joven y su apoyo que tenía en las luchadas.