El Mundial de Fórmula 1 se acerca a su ecuador con la disputa este fin de semana del Gran Premio de Gran Bretaña, décima carrera del curso en la que Mercedes aspira a tranquilizar la convulsa convivencia entre sus pilotos, Fernando Alonso (McLaren) a romper su mala racha tras dos abandonos y Carlos Sainz (Toro Rosso) a seguir logrando buenos resultados.

El desenlace del Gran Premio de Austria reabrió viejas heridas en Mercedes, donde Lewis Hamilton y Nico Rosberg cumplen su cuarta temporada de una convivencia lógicamente áspera, como se barrunta entre dos pilotos que saben que cuentan con el mejor coche de la parrilla con diferencia.

Tras los incidentes en Montmeló, donde ambos abandonaron tras chocar en la primera vuelta, y en Canadá, donde impactaron de nuevo perdiendo posiciones, volvieron a saltar chispas -literalmente- en el Red Bull Ring, donde Rosberg llegó como líder a la última vuelta y con Hamilton pisándole los talones.

El tercer encontronazo en las últimas cinco carreras se produjo cuando el inglés adelantaba a su compañero de equipo, que intentó una maniobra a la desesperada para evitarlo e impactó con Hamilton. Finalmente el triunfo fue para el tricampeón mundial y los comisarios confirmaron que la culpa fue del germano.

Este desenlace colmó la paciencia de los máximos responsables de Mercedes, Toto Wolff y Paddy Lowe, hasta celebrar una reunión con sus pilotos en suelo inglés. Siguen teniendo "libertad para competir", pero también se les ha recordado que sus rifirrafes le han costado unos 50 puntos al equipo y que no descartan aplicar órdenes de equipo si la situación no mejora.

A falta de doce carreras para finalizar el campeonato, Hamilton atraviesa su mejor momento y, después de sumar tres victorias en las cuatro últimas carreras, solo está a 11 puntos del liderato de Rosberg. Además, tras escuchar abucheos en Austria espera un ambiente mucho más favorable delante de sus compatriotas.

Una pequeña mejoría en los coches de McLaren

El GP Gran Bretaña también es la carrera de 'casa' para McLaren, que viene de recibir una pequeña inyección de optimismo con el sexto puesto de Jenson Button en Austria. Sin embargo, la carrera volvió a resultar nefasta para Alonso, que sumó su cuarto abandono de la temporada.

El revuelto clima inglés puede ser buen aliado, ya que se anuncia un 50 por ciento de probabilidad de lluvia durante la carrera del domingo y el agua ya le resultó útil al asturiano en Montecarlo, donde acabó quinto y firmó su mejor puesto del año.

Además, se espera que McLaren introduzca una pequeña actualización en los monoplazas de sus dos pilotos y que ambos ganen algo de potencia en un circuito que Alonso ha conquistado dos veces -2006 con Renault y 2011 con Ferrari- y donde el año pasado logró sus primeros puntos desde que volvió al equipo británico.

Por su parte, Carlos Sainz viene reforzado tras completar una gran remontada en Austria, donde salía decimoquinto y finalizó octavo, sumando puntos por cuarta vez en las últimas cinco carreras. El año pasado, el madrileño puntuó en siete carreras durante todo el Mundial y ahora tiene a mano igualar ese registro en la mitad de tiempo, muestra de su progresión durante los últimos meses.

En el resto de la parrilla, Red Bull y Ferrari afrontan con buenas perspectivas la carrera y están decididos a asaltar la hegemonía de Mercedes. Max Verstappen y Kimi Raikkonen ya se acercaron mucho a Hamilton el pasado domingo -acabaron a cinco y seis segundos del ganador- y sus equipos ansían añadir más emoción al Mundial.