Conocemos su afición a la vela y a la natación, ¿qué la ha llevado a prepararse para el triatlón? Este domingo hará su segunda prueba en esta modalidad en el Ocean Lava Lanzarote.
La vela no la he practicado en muchísimo tiempo. Por tiempo es más complicado para mí y hace tres o cuatro años empecé con la natación y he participado en varias travesías aquí y fuera. Hablando con una amiga y compañera de natación, Anairi, empezamos a probar y a entrenar para esto. Se lo comentamos al entrenador que nos entrena para la natación, Casimiro, y nos preparó para esta prueba y aquí estamos. Realmente llevamos preparándonos en serio desde el pasado mes de agosto.
¿Confía en sus posibilidades para cruzar la meta tras afrontar las distancias olímpicas de 1.900 metros de natación, 90 kilómetros de bicicleta y 21 kilómetros de carrera a pie?
Nunca se sabe porque hay factores que no los puedes controlar, como que le pase algo a la bici. Pero por lo que puedo controlar yo, creo que la podré acabar. La natación es lo que mejor llevo, ojalá sea más distancia. Con la bici estoy aprendiendo las subidas y respecto a la carrera, nunca pensé que pudiera correr más de dos o tres kilómetros y me estoy preparando para los 21 kilómetros. Con el entrenamiento me sorprendo a mí misma a veces de lo que puedo llegar a hacer.
En febrero participó en el Triatlón Cross del Desafío Octava Isla, en La Graciosa. ¿Cómo fue la experiencia?
Me gustó preparar las tres cosas. He nadado mucho, pero la carrera y la bicicleta requieren mucho tiempo y aún estoy bastante verde. La intención está ahí. Es un reto.
¿Cómo planifica sus sesiones de entrenamiento?
Uno se tiene que organizar bien y tener en cuenta que va a sufrir un poco. La suerte de hacerlo con una compañera viene muy bien porque tiene las mismas dificultades y los mismos retos que yo. También tenemos un entrenador que nos ayuda mucho.
¿Entrena a diario?
Casi todos los días porque tengo jornadas de descanso. Las horas que dedico, depende. Ahora al final dedico unas cuantas porque hay que salir en bicicleta muchos kilómetros y luego combinarlo con transiciones de carrera, por lo que pueden ser cinco o seis horas al día a veces, sobre todo en fines de semana o cuando los niños están en otra cosa. Todo es organizarse.
Con 51 años y después de haber tenido cuatro hijos, ¿no es duro prepararse para un triatlón como el de mañana?
Hay que planificar el entrenamiento bien, fiarte de cómo el entrenador te organiza el entrenamiento, saber que vas a sufrir, tener un poco de cabeza y asimilar y tener claro lo que quieres hacer. Tienes que tener un poco de fuerza de voluntad y decir 'un poco más, un poco más, me quedan solo tantos kilómetros'. Es lo que hacía con la natación. La alimentación es también muy importante.
¿Se alimenta de alguna manera en especial teniendo en cuenta su actividad deportiva?
Tengo cuidado con lo que como, pero por otro lado, como casi más de lo que lo hacía antes. Con la edad me doy cuenta de que necesitas comer menos porque si no, nos engordamos demasiado, pero últimamente, con todo lo que estoy quemando tengo que comer más, tengo mucha más hambre. Como sanamente, mucha fruta y verdura, carne y pescado.
¿Qué le comenta su familia acerca de sus retos deportivos y de este segundo triatlón?
(Risas). Me dicen que estoy loca. Los seis hacemos deporte [se refiere a sus cuatro hijos y a su marido, el arquitecto lanzaroteño Carlos Morales]. En Lanzarote se practica muchísimo el deporte y todos nuestros amigos practican también deporte. Además, el deporte es un seguro de vida. Yo me encuentro mucho mejor de lo que me encontraba antes, incluso con la edad que tengo y después de haber tenido cuatro hijos. Después de mi primer parto me encontraba un poco cansada y el ginecólogo me dijo: "Ten en cuenta que en tu cuerpo te ha pasado como si hubieras hecho una maratón". El cuerpo ya sabe lo que es, pero a otro nivel.
Mucho gente corre porque el running está de moda y no tiene en cuenta ni su estado físico ni las lesiones que esa práctica deportiva puede llevar consigo.
Es importante hacer deporte. Si no puedes correr -hay mucha gente que camina porque por cualquier razón no puede correr- caminar o correr despacio. Yo tampoco corro rápido. Todo lo hago bastante despacio porque es muy nuevo para mí. Moverse un poco es bueno, incluso caminar en el agua.
¿Se animaría a hacer algún día el Ironman de Lanzarote o el maratón de Nueva York?
No sé. Voy de reto en reto. Hago esto, que es muy nuevo, a ver cómo me encuentro.
¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
Por ahora no tengo nada en concreto. Sigo colaborando con la Fundación Catalana de Síndrome de Down, que es donde trabajaba antes de venir a vivir a Lanzarote. Voy una vez al año a la fundación.
