Canarias presume con orgullo de los éxitos del mejor deportista que ha dado el golf en la Islas en su dilatada historia. Tras muchos años de arduo trabajo, Rafa Cabrera Bello se codeó con los mejores del planeta en 2016. A sus 32 años, en plena madurez, ha firmado un año espectacular, sin duda el mejor de su carrera profesional.

Pocos golfistas pueden presumir en el mundo de haber disfrutado de uno de las competiciones con más solera de esa especialidad. La mítica Ryder Cup, donde se enfrentaron los equipos de Estados Unidos y Europa en pos de una prestigiosa corona. Y uno de ellos es el grancanario, que se convertía en el décimo español en jugar este torneo.

Junto al castellonense Sergio García, defendieron el pabellón nacional en la formación que el Viejo Continente presentaba a la cita celebrada en el National Golf Club de Chaska (Minnesota, EE.UU.). Su condición de debutante no le impidió rendir a un gran nivel, aunque los europeos terminaran cediendo ante los anfitriones por 17-11.

Rafa Cabrera Bello disputó un total de tres encuentros, aportando dos puntos y medio a su combinado. Es el cuarto novato del conjunto europeo desde que compite en la Ryder Cup como continente (1979) que puede presumir de estar imbatido.

El grancanario llegaba a esta competición después de conseguir otro hito en su carrera. Vivió en primera persona, en los Juegos de Río (Brasil), el retorno del deporte del golf al programa olímpico tras 112 años de ausencia.

El isleño, hasta la última jornada, estuvo en disposición de luchar por las medallas. Finalizó quinto. Además de estos dos hechos relevantes en este fantástico año, el canario acababa segundo en el torneo de Hong Kong, después de perder el liderato el último día.