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Baloncesto Liga Endesa (16ª jornada, la crónica)

A Vitoria por la puerta grande

El Gran Canaria sella su pase a la Copa del Rey, virtual desde la jornada pasada, al ganar al Bilbao en Miribilla

La presunción en el deporte te puede dar un cachetón y, de pronto, devolverte a la realidad. El Granca, en apenas tres semanas pasó de ser supercampeón de la Liga Endesa a verse con un 0-4 en contra que empezaba a complicar su primera aspiración del curso: estar en la Copa del Rey de Vitoria. Enfocarlo todo al presupuesto o la calidad estimada de la plantilla puede llevar al error. Si no, que se lo pregunten al Unicaja el año pasado o al Baskonia hace dos temporadas. Las obligaciones deportivas no se imaginan, se ejecutan.

El Herbalife Gran Canaria, que ya tenía su billete en la mano de manera virtual para ir a Vitoria el próximo mes de febrero, certificó ante el Bilbao Basket su presencia en el trofeo copero con un triunfo contundente (68-82), cocinado a lo largo de los cuarenta minutos del choque en Miribilla. Todo en un partido sin excesiva brillantez, sin unos porcentajes excelentes, pero con una actitud que suplió las carencias que tuvo el Granca en varios momentos del duelo.

El sello en su pasaporte que consiguió el Herbalife no fue fruto de la casualidad, ni tampoco le cayó del cielo. Porque así no se puede explicar la reacción del Herbalife, que en Miribilla consiguió su décima victoria en los últimos doce encuentros de la Liga Endesa -solo a caído derrotado ante el FC Barcelona y el Real Madrid-. Una reacción labrada día a día que manda al Granca a Vitoria por la puerta grande, como todas las que ha conseguido en su historia.

Los amarillos empezaron el partido en Bilbao con la tranquilidad de verse con dos victorias más que los vascos y la solvencia de tener un basket average enorme. Un buen colchón para encarar el último partido de la primera vuelta para el Granca, que descansa en la última jornada. Chapuzas de la Liga Endesa, impar desde este último verano.

Así que el Granca, con la baja de Sasu Salin por molestias en la rodilla, salió a sentenciar al Bilbao Basket acompañado del calor de las victorias. Con Bo McCalebb de director y Anzejs Pasecniks de ejecutor en ataque, el Herbalife empezó a dar los primeros golpes. En frente un Bilbao Basket igual de combativo que siempre, pegajoso y peleón. Dos términos inscritos en su ADN, como los nombres de Axel Hervelle y Álex Mumbrú, líderes más allá de sus canas. (9-10, min. 5).

Los dos veteranos, ya sin el trío que completaban con Raúl López, se aliaron para intentar frenar a im Granca que buscaba acabar con el Bilbao Basket por la vía rápida. El crecimiento de McCalebb en las últimas jornadas es ya innegable. Guiados por el de Nueva Orleans -acabó con 21 de valoración, con 12 puntos y 6 asistencias en 20 minutos-, el Herbalife empezó a dar unos buenos brincos adelante en el marcador (14-22, tras un 2+1 del base norteamericano).

Las defensas del Granca eran notorias. Desde ahí construye el equipo de Luis Casimiro su juego y lo sabe. Sin embargo, el Bilbao Basket aguantaba el tirón, siempre de la mano de su pareja Hervelle-Mumbrú, un año más viejos, pero también un año más sabios. Suficiente para que los de Carles Durán llegaran solo cinco puntos por debajo al término de los diez primeros minutos de partido (22-27).

La historia tenía pinta de que se iba a repetir. A pesar de que el Herbalife contó ayer con una rotación menor a lo que acostumbra -sin Sasu Salin y con Darko Planinic en chándal desde el banquillo para completar-, la evidencia se volvió a plegar en el partido. La rotación al Herbalife empezó a funcionarle mejor que al Bilbao, perdido sin un base que mejorase el ritmo amarillo. Mientras, en la zona, Richard Hendrix, Eulis Báez o Ryan Hollins se sentían superiores. Tanto que rozaron los dos dígitos de diferencias (29-38, min. 14), sostenidos en la pintura -40 puntos desde ahí en todo el partido-.

El trabajo estaba encaminado, pero otra vez Hervelle y Mumbrú lideraron la reacción del Bilbao Basket que no quería irse del partido tan pronto. Con un parcial de 10-3 (42-43, min. 29), en un momento donde el Herbalife empezó a sufrir en el rebote, forzado por una defensa alta e intensa del Bilbao que complicó la vida al cuadro amarillo.

Con el marcador en un puño y Miribilla hirviendo, el Bilbao dispuso de varias oportunidades para volver a verse por delante en el marcador. De hecho, lo empataron en su última posesión del cuarto. Pero Royce O' Neale, en un ataque de osadía y confianza, se jugó la última canasta antes del descanso para hacer bailar a su defensor y, giro incluido, clavar una señora canasta sobre la bocina. Tan atrevido como espléndido: 44-46.

El vestuario no sentó muy bien a ninguno de los dos equipos. Herbalife y RETAbet salieron revolucionados. Los ataques, a diferencia de la primera mitad, apenas se trabajaban. De canasta a canasta bailaban amarillos y negros sin conseguir sentir el sabor de los puntos. Casi tres minutos tardaron los contendientes en abrir el marcador del cuarto, con un buen lanzamiento de Bo McCalebb. Las imprecisiones eran notorias, pero también el punto más de empeño que pusieron ambos conjuntos en cerrar su aro antes de mirar al otro.

El vuelo de Pasecniks

En ese cuarto paupérrimo en anotación (8-15), el Herbalife se mostró más entero, más fino, con más presencia. Fue el periodo menos vistoso, pero el que dejó una de las jugadas de la jornada. Pasecniks reventó el aro de Miribilla con un mate salvaje; bloqueo y continuación, pase de McCalebb y, en dos pasos saliendo desde la personal, a colgarse de la canasta con las dos manos. Entre él, su asistente y Kyle Kuric dejaron al Granca con nueve puntos de ventaja para encarar los últimos diez minutos de partido (52-61).

Con todo de cara, el Herbalife no defraudó. Para empezar, no dejó meterse al Bilbao en partido nunca más. O no. Porque el Bilbao Basket lo volvió a intentar. Y eso que nada más arrancar el cuarto, un par de canastas de Hendrix y Aguilar habían puesto al Granca 12 puntos arriba en el electrónico (52-64, min. 31).

Pero en otro arreón, Ivan Buva y Miha Lapornik devolvieron al Bilbao la opción de acercarse al marcador y rebajar la distancia de dos dígitos (60-66, min. 34). Fue el momento para que el Granca volviera a demostrar que tiene de casi todo. Porque ahí, la experiencia del maestro Oliver tomó las riendas del Granca, que terminó con el RETAbet. Otro magisterio más de el catalán que dio la calma suficiente al Herbalife para sumar su décima victoria en ACB y entrar a Vitoria por la puerta grande.

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