La selección española de balonmano tratará de resarcirse de su ausencia de los pasados Juegos Olímpicos de Río con una medalla en el Mundial, que arranca hoy en Francia, y que pondrá el punto de partida al ciclo del técnico Jordi Ribera, exentrenador del Gáldar, al frente del equipo español.

El relevo en el banquillo profundizará en las esencias de un estilo de juego que no sólo ha convertido a España en un equipo plenamente reconocible, sino además, y pese a la ausencia olímpica, en uno de los más fiables, como atestigua la presencia de los Hispanos en las semifinales de los tres últimos mundiales y europeos.

Carente de un gran lanzamiento exterior, la selección española sustentará sus opciones de podio en la variedad y riqueza táctica de su juego. Una faceta en la que jugará, por lo visto durante la fase de preparación, un papel fundamental el central grancanario Dani Sarmiento, que a sus 33 años gozará por primera vez en un gran torneo internacional de los galones de que ha carecido en sus anteriores presencias en la selección.

La visión de juego del central, unida a su capacidad para el uno contra uno y su sorpresivo lanzamiento entre líneas, convierten a Sarmiento en la pieza clave de un ataque más dinámico que nunca, gracias a la insistencia del técnico en los continuos movimientos de los jugadores sin balón.

Jordi Ribera ha viajado a Francia con 17 jugadores debido a la duda de Raúl Entrerríos, una pieza clave. Una plantilla en la que volverá a destacar la presencia del pivote Julen Aginagalde, que contará en esta ocasión con un recambio de garantías en ataque, gracias a la presencia de Adriá Figueras, uno de los seis debutantes en una cita mundialista con los que contará el equipo español.

Novedades que no han mermado otra de las virtudes de España, la solidez defensiva, que junto con el contraataque deberán ser las armas por la primera plaza del grupo B, que se disputará en Metz. Una primera fase en la que España, vigente subcampeona de Europa, se medirá con Islandia, Túnez, Angola, Macedonia y Eslovenia, principal rival de España por un liderato de grupo que tendrá como premio evitar a Francia, la gran favorita, hasta la final. Los Hispanos debutan mañana (19.45 horas) ante Islandia, en el que su gran estrella, Aron Palmarsson, es duda.