En Vitoria hay un pálpito especial. Ese latir ha llegado a la capital alavesa en avión, carretera y manta, dentro de coches, guaguas o cualquier otro medio que lo depositara en el corazón de la ciudad. Lleva al cuello una bufanda amarilla, con ribetes azules oscuros. Ese espíritu se ha depositado en sus calles y ya se hace oír por el Fernando Buesa Arena, ese pabellón donde los sueños se pueden cumplir.

Quiere hacer algo grande este fin de semana y sabe que hoy se puede dar el primer paso, aunque sus aspiraciones resulten casi utópicas. La forma de esta corazonada tiene en Vitoria la silueta de centeneres de personas: es la afición del Herbalife Gran Canaria que anhela volver a codearse con los grandes en la Copa del Rey, dar la sorpresa y continuar haciendo historia.

El Granca, contagiado de esa ilusión, buscará hoy (18.00 horas, #0, Movistar Plus) escribir una nueva epopeya en la Copa del Rey de Vitoria 2017. Delante tendrá a un señor equipo, el Valencia Basket de Pedro Martínez, viejo conocedor de la casa amarilla y ahora enemigo íntimo del Granca.

Un duelo que, inevitablemente, manda a la memoria colectiva de Herbalife y Valencia un año atrás en el calendario. Porque en febrero de 2016, amarillos y taronjas se toparon en La Coruña en la misma ronda del torneo copero -mañana se cumplirá un año de aquella efeméride-. Allí el Granca dejó en la cuneta al Valencia contra pronóstico -los valencianos llegaban de ganar 18 de los 19 primeros partidos de la Liga Endesa-. Lo que pasó después, es parte de la mejor historia del club claretiano.

Pero los recuerdos pasados no le valen ahora al Herbalife Gran Canaria. Tampoco saber que la última vez que jugó en la cancha vitoriana, ya en la presente temporada, venció y se trajo hasta la Isla el primer título de su historia: la Supercopa Endesa 2016. Ese trofeo ya está en las vitrinas del club, cogiendo polvo y formando parte de una de las mejores páginas de su vida. El pasado no es hoy su presente.

Porque si se quiere pensar en pretérito, el más reciente ante el Valencia Basket no es demasiado agradable para el Herbalife: dos partidos y dos derrotas en la presente temporada. La primera, ante un equipo cuesta abajo tras levantar la Supercopa (74-84); la segunda, ya desahogados, clasificados para la Copa y con mucho mejor color (86-81).

Esos dos partidos y la posición privilegiada del Valencia Basket, segundo clasificado con 14 victorias y 5 derrotas, le han valido al Herbalife para cederle el papel de favorito al cuadro taronja. Todo unido con la ristra de jugadores tocados que tiene el Granca para el partido de hoy: Bo McCalebb, Richard Hendrix, Ryan Hollins y Xavi Rabaseda. El alero catalán, con problemas en su espalda, es el hombre amarillo que más comprometida tiene su participación en el día de hoy.

Sin carteles

Sin embargo, ese papel de favorito en el cruce, cedido por Luis Casimiro, agarrado de los números, al Valencia Basket no le gusta a Pedro Martínez. El técnico catalán, por activa y por pasiva, ha intentado quitarse ese cartel. Cuestionó los problemas físicos que alude el Granca y sacó su lado más agudo ante los micrófonos.

Y es que el equipo levantino también tiene sus propios miedos. Porque el Valencia Basket lleva tres años consecutivos sin pasar de los cuartos de final. Un dato que impone a sus propias manos. Si encima está delante el último equipo que te eliminó en la última edición, los fantasmas se vuelven más cercanos, casi palpables.

Si Vitoria le trae buenos recuerdos al Granca, no lo es menos para los taronja. El Valencia encontró en el Fernando Buesa Arena su última final de la Copa del Rey. Fue en 2013, cuando el Barça le quitó a los levantinos el que hubiera sido su segundo título copero -ganó la edición de 1998, disputada en Valladolid-.

Y sin precedentes en la mano lo que sí se puede casi oler es un partido igualado, a cara de perro, donde sólo podrá quedar uno. Así funciona la Copa del Rey y el Herbalife Gran Canaria se agarrará a la corazonada de toda una Isla.