Sorpresón de los gordos en el Palacio de los Deportes de la capital de España. El denominado ahora como WiZink Center, un feudo inexpugnable en la Liga Endesa desde diciembre de 2015, se tiñó de amarillo. El Herbalife Gran Canaria tomó el fortín del Real Madrid, al que derrotaba por doce puntos de ventaja (81-93) tras firmar un excepcional encuentro ante uno de los mejores equipos de Europa. En una actuación brillante, el Granca mostró hechuras de equipo grande.

Después del 2-0 anotado por el estratosférico Sergio Llull, el conjunto que dirige Luis Casimiro tomó el mandó en el marcador y, a pesar de las adversidades, sostuvo su hegemonía en el electrónico hasta el bocinazo final.

Ni cuando el Real Madrid le apretaba las tuercas, el Herbalife Gran Canaria perdía sus señas de identidad. En un fantástico primer tiempo, su ventaja llegó a alcanzar los 16 puntos en un par de ocasiones. Tras el descanso, supo mantener la tranquilidad ante el acoso del rival, que llegó a ponerse con un solo punto de desventaja en el último cuarto, para rematar la faena en los últimos minutos.

Conquistaba así una victoria con la que se certificaba uno de los bombazos de los que llevamos de competición liguera y se rompían unos datos estadísticos paupérrimos en su largo historial de enfrentamientos con los madridistas.

En cuanto al capítulo de destacados, dentro del excelso rendimiento de todos los jugadores que salieron a pista, destacar el acierto ante el aro de Kyle Kuric. Segundo máximo anotador del choque con 19 puntos -5/9 de en triples-, solo superados por los 28 de un incontestable Sergio Llull . Partidazo también tanto de Albert Oliver como de Bo McCalebb en la dirección, y de Eulis Báez y Anzejs Pasecniks en la pintura; y eso que uno de los baluartes del cuadro claretiano en el juego interior, Richard Hendrix, no jugó ni un segundo -tampoco lo hizo el renqueante Xavi Rabaseda-.

Luis Casimiro, entrenador del Herbalife, sorprendió en el arranque del choque con un quinteto que despistó, según se desarrollaron los primeros compases, hasta el propio Pablo Laso, su homónimo en el banquillo madridista.

Rudo e intenso en defensa, y con un alto porcentaje de acierto en ataque, el Granca se zampaba a un Real Madrid fallón y débil atrás. Tras el 2-0 inicial anotado por Sergio Llull, los amarillos pusieron la directa hasta alcanzar un sorprendente 4-19. Llegado ese momento, se producía una tímida reacción blanca.

Los locales aprovechaban en esos momentos la debilidad de su rival en la faceta reboteadora. El parcial de 5-0 del Real Madrid se encargó de zanjarlo Anzejs Pasecniks con cuatro puntos consecutivos que dejaban un 9-23 en el electrónico al final el primer cuarto.

Un canastón de Bo McCalebb abría un segundo acto donde el equipo madridista, a pesar de mejorar sus paupérrimas estadísticas de tiros de campo -sobre todo desde la línea del triple-, seguía sin poderle meter mano a un Granca que continuaba on fire.

Una canasta de tres de Kuric ponía el 19-33 a falta de menos de siete minutos para el descanso. Contrarrestó el Real Madrid con un parcial de 7-2 (23-35), pero Royce O'Neale cortaba esa reacción local con otra canasta de tres. En ese momento, el Herbalife llevaba un 8-6 desde la línea.

Al descanso, +11

Anzejs Pasecniks, con cuatro puntos consecutivos, ponía de nuevo los +16 de ventaja para los amarillos a 3.49 para el intermedio. Pero volvían a enchufarse los de Pablo Laso para maquillar el resultado y dejar su desventaja al descanso en -11 tras un 8-2 (33-44).

A golpe de triple en el inicio del tercer cuarto, el Real Madrid castigaba al Herbalife para continuar rebajando las diferencias a paso agigantados. Tanto que las dejó en un solo punto tras la canasta de tres de Jonas Maciulis cuando no se habían consumido ni cuatro minutos de este acto.

Tiempo muerto de Luis Casimiro y, de nuevo, resurgía el mejor Granca. Con Sasu Salin en plan estelar, el cuadro grancanario retrasaba una esperada remontada madridista en la que, ahora sí, sus seguidores creían, sobre todo porque su jugador franquicia, Sergio Llull, empezaba a encandilar.

A pesar de todo, el Herbalife Gran Canaria conservó la cabeza fría. No se dejaba acogotar por el arreón blanco y mantenía su firmeza en el pulso. La escuadra amarilla, a la finalización del tercer cuarto, seguía viendo por el retrovisor a su rival después de que Bo McCalebb anotara cuatro puntos consecutivos que le daba aire a los suyos (58-64, +6).

El encuentro entraba en su fase decisiva, y la remontada blanca seguía cerniéndose sobre el Granca, sobre todo tras cuatro puntos seguidos de Felipe Reyes en el arranque del último cuarto (61-64). Los amarillos resoplaban con un triple Pablo Aguilar (61-67).

El ala-pívot granadino conseguía otra canasta vital para aumentar a siete puntos la ventaja grancanaria (67-74) cuando restaban seis minutos y medio para la conclusión. A partir de ahí, el choque vivía minutos trascendentales, en la que los lanzamientos triples jugaron un papel protagonista.

Uno de Anthony Randolph y otro de Jaycee Carroll ponían al Madrid en un tris de voltear el resultado (73-74). Emergió Kuric para devolver la moneda (73-77). El ex del Granca respondía (76-77) y el pistolero del Herbalife no se quedaba atrás (76-80). A partir de ahí, creció el Granca y se fue hundiendo el Madrid, que ya lo daba por imposible. Oriol Paulí (3), Albert Oliver y Kyle Kuric (3) resolvían para su equipo (79-93, +14) un choque increíble que cerró Llull (81-93).