Este fin de semana, Gran Canaria y Preconte Telde tienen, a priori, rivales asequibles: Jumilla y Esparraguera, respectivamente. Equipos que ocupan puestos distantes en la clasificación y que, en teoría, no están a su nivel. La realidad es bien distinta. En Fútbol Sala juegan cinco contra cinco durante cuarenta minutos y no hay nada escrito. Los objetivos deportivos se truncan en aguas mansas, y eso es lo que quieren evitar los dos equipos canarios.

En Gran Canaria, el conjunto de Suso Méndez recibe al Jumilla. Otrora equipo que luchaba por los puestos altos de la liga y que sorprendió a los grandes con una plantilla de luchadores entre los que destacaba el exgaldense Yeray bajo los palos. Actualmente cierra la tabla, con tan sólo cinco puntos.

Los grancanarios han sumado dos puntos en sus últimos siete partidos. El margen de error frente a Burela y Levante casi se ha esfumado y necesitan recuperar oxígeno. La meta sigue siendo la permanencia, y la buena marcha de la campaña debe seguir refrendándose con victorias ante los que juegan su misma liga. Tras estos resultados, frente al Jumilla se jugará el partido más importante de la temporada.

Similares condiciones

En similares condiciones se encuentran las jugadoras de Roberto Llamas. El Esparraguera lucha más bien por evitar el descenso de categoría y en la Isla se le endosó un contundente 9-2. Aún así, el cuadro catalán ha sumado la mayoría de puntos en su pabellón, en donde realmente se crecen ante sus aficionados.

Históricamente, el Preconte ha perdido siempre sus opciones ante equipos más débiles al final de la temporada regular en la clasificación, pero que se iban con sus ilusiones. En la presente, ya ha perdido cuatro puntos, dos empates, ante rivales sin metas definidas. La diferencia con el segundo clasificado podría ser mayor, pero lo realmente importante en esta jornada es sacar adelante el choque ante el Esparraguera. Un partido donde sólo se puede ganar tres puntos, pero se puede perder una liga.