Han pasado ya ocho meses desde que conquistó la medalla de plata en los Juegos de Río ¿Qué valoración hace?. ¿Ha cambiado su vida?

La medalla ha supuesto dos cambios. El primero fue el del reconocimiento que siempre conllevaba ganar una medalla olímpica. Las semanas después fueron muy intensas pero todo ese ajetreo ha ido calmándose y ahora he vuelto a mi vida normal. El segundo cambio, el que más valoro, es dentro del mundo del taekwondo. Siento que para muchos soy ya un espejo en el que mirarse. Sobre todo noto esa admiración en los niños, es algo muy bonito. Mi vida personal no ha cambiado. Continúo compaginando mis entrenamientos con mis estudios de matemáticas y siempre con los pies en el suelo.

En 2013 ganó el bronce en el Campeonato del Mundo; en 2014, el oro en el Europeo; en el 2015 la plata en el Mundial y en 2016, la plata en Río. ¿Qué espera de este 2017?

Después de los Juegos me tomé vacaciones hasta noviembre. Para mí es además un año de transición, en el que me tengo que adaptar a una nueva categoría. Antes competía en -57 kg y ahora he subido a -67 kg. He decidido no sufrir más por el peso, antes cuando llegaba una competición importante tenía que perder 8 kilos y era muy sacrificado. De momento ya he logrado mi primer objetivo que era clasificarme para el Mundial de Corea que se celebra a finales de junio.

Ha tenido que pasar por el quirófano hace unas semanas ¿cómo va la recuperación?

Tenía una rotura de menisco en la rodilla derecha. He empezado ya a entrenar y seguro que para el Mundial podré estar a tope.

Antes de los Juegos ya le señalaban todos como una firme candidata a medalla. ¿Cómo se afronta una competición tan importante sabiendo que la gente espera tanto de usted?

Para mí, el hecho de estar en unos Juegos era ya un premio, conseguí abstraerme de todo, centrarme y dar lo mejor de mí misma sin pensar en lo que los demás esperaban de mí. En el taekwondo nunca se puede dar algo por ganado. Son combates muy cortos. Cualquier despiste te puede costar una derrota y más aún en los Juegos.

¿Cómo empezó en el mundo del taekwondo?

Pues empecé ya tarde. Con 15 años. Antes había hecho atletismo, pero estaba buscando otro deporte. Mi entrenador actual iba abrir una escuela de taekwondo en Leganés, mi ciudad y mi hermana y yo nos apuntamos. Mi entrenador, pronto empezó a decirme que tenía condiciones. Me llevó a un campeonato, no tenía experiencia y empecé muy mal, estaba recibiendo muchos golpes pero no me rendí. Gané el combate y el campeonato. Ahí me di cuenta de que mentalmente también valía para el taekwondo. Mi hermana?Marta y yo seguimos entrenando juntas. Logró la plata en el Mundial de 2015, tiene 20 años y va a ser aún mejor que yo.

¿Se ve en los Juegos de Tokio y además con su hermana?

Es algo que me haría mucha ilusión. Voy a luchar por ello pero sin presiones. Seguiré en el taekwondo mientras siga disfrutando de los entrenamientos y la competición. Antes era la segunda del mundo en el ránking de -57 kg, ahora, al cambiar de categoría, empiezo de cero, tengo que ganarme la plaza olímpica en los próximos años.

Usted es un ejemplo del buen momento que vive el deporte femenino español ­-al menos en cuanto a resultados- ¿Siente que se valora más el papel de la mujer en el deporte?

Poco a poco se está valorando más. Sólo hay que ver los resultados obtenidos por las deportistas españolas en los Juegos de Río y Londres. El nivel está, lo único es que hay que darle visibilidad, y eso es algo que se está consiguiendo. Si eres mujer y además practicas un deporte minoritario lo tienes difícil. Siguen faltando patrocinadores pero para lograrlos primero necesitamos tener visibilidad.

Defienda el taekwondo.

Es un deporte individual pero para entrenar necesitas un compañero, eso fomenta el compañerismo. Requiere velocidad, resistencia, fuerza, flexibilidad... lo tiene todo. No es nada agresivo. Se basa en el respeto, en la disciplina.