Un Clásico nunca es fácil para un árbitro. El lanzaroteño Alejandro Hernández Hernández estaba ante su segundo Real Madrid-Barcelona (el primero fue el del 1-2 del curso pasado en el Camp NouCamp Nou) y salió muy criticado, algo difícil de esquivar ante un partido con tanto en juego. Hubo muchas jugadas polémicas y cometió errores, pero también muchos aciertos en jugadas delicadas que propiciaron que los focos fueran principalmente para los jugadores.

El posible penalti a Cristiano Ronaldo de Umtiti (min. 2), la posible tarjeta roja a Marcelo (min. 19), el posible fuera de juego en el gol de Casemiro (min. 28), la posible segunda amarilla al mediocentro brasileño (min. 45) y la expulsión de Sergio Ramos (min. 77) fueron las cinco acciones más delicadas. Y de esas acciones los analistas de los medios de comunicación solo se ponen de acuerdo en tres: la segunda amarilla a Casemiro, el gol del mediocentro brasileño y la tarjeta roja a Ramos. De esas tres acciones el lanzaroteño falló claramente en una, la falta del centrocampista del Madrid sobre Leo Messi al filo del descanso en la que debió ver la amarilla y, por tanto, dejar a su equipo con uno menos. Mientras, las otras dos jugadas generan división de opiniones.

El diario Marca, donde el análisis arbitral lo hace el excolegiado Rafa Guerrero, considera que "no tuvo un encuentro fácil el bueno de Hernández Hernández" y que hubo penalti de Umtiti a Cristiano, así como tarjeta amarilla para Marcelo por su codazo a Messi. Mientras, el diario As, que en el subtítulo de su crónica indica que el arbitraje fue "desastroso", también considera en su análisis arbitral, firmado por el excolegiado Iturralde González, que hubo penalti de Umtiti y, en cambio, que Marcelo debió ser expulsado.

En los medios deportivos de Barcelona la opinión sobre el penalti es diferente. El Sport considera que sí es penalti de Umtiti y el Mundo Deportivo que el contacto no es suficiente para derribarle. En la jugada de Marcelo, mientras, sí están de acuerdo y valoran que debió ser expulsado por su codazo a Messi, que consideran voluntario.

En los medios generalistas de Madrid las crónicas también son críticas con la actuación de Hernández Hernández. "El gol bien podría haber llegado si Hernández Hernández hubiera señalado un penalti de Umtiti sobre Cristiano en el segundo minuto. El colegiado, de hecho, iba a inhibirse en lo sucesivo en la mayoría de jugadas que precisaban decisiones de enjundia, salvo en la expulsión del capitán madridista, justa. Si no vio el codazo de Marcelo a Messi, tampoco tomó mucho interés en informarse. Del mismo modo, fue condescendiente con Casemiro en su persecución del argentino. Acertó Hernández Hernández en la posición de Sergio Ramos, en la jugada que dio origen al primer tanto del Madrid. Cuando no se pita, a veces, se acierta", firma la crónica de Orfeo Suárez, jefe de sección del diario El Mundo.

Por su parte, su homólogo en El País, José Sámano, escribe lo siguiente: "No hubo condena arbitral al penalti de Umtiti sobre Cristiano, indulto barcelonista que quizá le condicionara más tarde con sus perdones a Marcelo y Casemiro", comienza. "A un paso del descanso, el juez, sin otro motivo que porque sí, condonó la segunda a Casemiro tras un pisotón a Messi", insiste.

En Barcelona, mientras, El Periódico considera en la crónica de Joan Doménech que "Hernández era un tipo con antecedentes y dejó un reguero de errores con la inestimable ayuda de sus asistentes". El diario La Vanguardia, que tampoco señala el posible penalti de Umtiti, redactó que "el canario despertó la ira de los azulgranas al filo del descanso, cuando se ahorró la segunda al mediocentro, que volvió a derribar a Messi para cortar un contragolpe. El Bernabéu impone mucho". "Messi marcó con el labio roto después de un codazo de Marcelo que Hernández Hernández solventó con las palabras mágicas del Bernabeu: 'Sigan, sigan'", añade en la crónica de Luis Buxeres.

Pese a todo, Hernández Hernández, que a sus 34 años sigue acumulando partidos de relumbrón en su carrera, no enturbió el Clásico y su arbitraje permitió que los titulares en los medios de comunicación estén centrados en la exhibición de Leo Messi, el partidazo de ambos equipos, la gran labor de los dos porteros, la aparición de Marco Asensio o la discutible alineación de Zidane por la presencia de Gareth Bale. El canario, al menos, esquivó ser el protagonista principal en un día en el que ganó el fútbol.