El Gran Canaria Fútbol Sala afronta una jornada dramática (20.00 horas). Se juega la permanencia en cuarenta minutos de pasión ante el Palma en el Centro Insular. A los de Suso Méndez les vale la victoria y el empate. La derrota también haría de llave mágica si Burela y Cartagena no vencen. El técnico y los dos referentes amarillos, Bingyoba y Juanillo, repasan el duelo de sus vidas. Reclaman el aliento de la 'marea amarilla'. "Bajar sería una putada, hemos sabido llevar todas las dificultades como los impagos", asegura su pichichi Ángel. No estarán pendientes de su rivales: "Eso transmitiría inseguridad".

La madre de todas las batallas. Cielo o infierno para el Gran Canaria en el Centro Insular. El conjunto de Suso Méndez (20.00 horas) desafía al Palma -que se juega la cuarta plaza en su lucha por el playoff- en una última jornada de infarto. La formación isleña tratará de escapar de las llamas del descenso. Depende de sí mismo, con la victoria o el empate sellaría de forma matemática su continuidad en la máxima categoría. Con 27 puntos, los de Méndez aventajan en tres unidades al Pescados Rubén Burela, que marcan la zona roja.

El cuadro gallego precisa de forma imperiosa de la victoria ante el Levante -no se juega nada-. Con ese resultado, sería el Cartagena el que se vería obligado a besar el triunfo ante el Santiago para evitar el naufragio. Si se da la carambola [doble éxito de Burela y Cartagena], el Gran Canaria debe al menos empatar. Si sucumbe ante el Palma, estallaría el caos en la caldera.

Prohibido mirar el móvil

Méndez, curtido en mil batallas, no perderá ni un gramo de esfuerzo en rastrear las evoluciones de Burela y Cartagena [que al igual que los amarillos, juegan de local]. "Lo consultaremos al final, y solo en el caso de que no logremos el triunfo (...) No habrá nadie del banquillo pendiente del móvil; eso transmitiría inseguridad. Alguien estará en la grada y me comunicará el resultado cuando lo considere oportuno. Vamos a pensar que podemos salvar esta situación. Pero todas las ayudas que vengan de fuera; bienvenidas sean", valora.

El estandarte del Gran Canaria reclama el calor de la caldera de la Avenida Marítima. El CID será un volcán. "Si nos sentimos arropados, el equipo estará mejor. No podemos estar a expensas de que vengan o no. Será un viernes, día atípico. Los que acudan, serán de gran ayuda. Por cada aficionado que nos aliente serán 1.000 para nosotros. Si vienen cinco: 5.000. Pero por muchos que vengan, si no hacemos nuestro trabajo en la pista; mal vamos. Los jugadores son los que nos tienen que sacar de esto. La cosecha de 27 puntos es fruto de lo que han hecho; y vamos a tratar de superarlo", apostilla.

Cuarenta minutos y una temporada en juego. Méndez descarta de forma categórico modificar los hábitos. "El trabajo está hecho; no podemos cambiar en una semana lo que te ha dado 27 puntos. Hay que valorar donde estamos y cómo lo hemos conseguido. El contrario también marca la pauta y por algo marchan quintos".

El pívot más despiadado

Con 19 tantos, Ángel Bingyoba Vuiti es la estrella. Poderío y determinación. Pívot imperial. "Todo se basa en sacar un resultado positivo y en estar pendientes de nuestro trabajo. Luchar como si fuese una final". Sin distracciones, etiqueta de "putada" perder la categoría.

"En todo deporte se nota cuando tienes la afición a tu lado; ya sea por arbitrajes o por el calor humano. Hay circunstancias en las que puedes estar de bajón; el ambiente te infla y te fortalece (...) Hemos hecho una temporada loable y pese a todas las dificultades, como impagos y demás, hemos sabido llevarlo. Fuimos una gran piña. Sería una putada el no quedarnos en Primera. El año pasado se salvaron con 21 puntos (...) Nos lo dejaremos todo por el escudo y por toda la gente que nos apoya". El exjugador del Segovia elimina liturgias mágicas. La clave es creer. "Lo hago todo igual; en los momentos duros, los grandes se crecen. Esto te sirve para aprender y adquirir experiencia", manifiesta.

El sargento de Gáldar

Juan Bolaños Domínguez 'Juanillo' es el capitán y emblema. No tiene pánico al Palma. "No tememos nada, es un gran equipo. Confiamos en nuestro trabajo. La clave es creer". Descarta estar pendiente de los dos puntos informativos de este final dramático: "Siempre hay personas que están pendientes del resto de partidos; nosotros que estaremos dentro de la cancha y centrados en nuestro trabajo (...) El éxito pasará por estar concentrados hasta el último minuto".

La caldera marcará el primer gol por la gloria. "Espero que acudan y apoyen; con su aliento y nuestro trabajo, lo conseguiremos. Se nota cuando hay mucha gente; nos ayudan, las cosas salen mejor".

¿Qué esconde Méndez en su libreta para triturar al Palma y abrir la puerta del cielo? Ángel defiende la oratoria del Aristóteles del Gran Canaria. "Es muy filósofo", dice el pupilo. Cuarenta minutos, un sueño y el estallido de la caldera.