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El arrojo tiene premio

Dani Ojeda, partícipe del ascenso del Lorca

Dani Ojeda, con sus goles en momentos importantes del tramo final de la competición liguera, resultaba importante en el ascenso a Segunda del Lorca FC. El futbolista isleño obtenía así un justo premio a su arrojo y fe. Su historia puede servir como ejemplo a esos muchos jóvenes futbolistas que aspiran a ser profesionales de este negocio y que reciben un duro golpe cuando parecen tener encaminada su carrera.

El delantero inició su trayectoria deportiva en los filiales de la UD, en el equipo benjamín. El club amarillo fue su casa durante 14 años. De hecho, con 450 tantos anotados, sigue figurando como el máximo realizador de la cadena de Las Palmas. Con estas credenciales, todo apuntaba a que tendría su oportunidad en el primer filial del representativo grancanario.

No ocurrió así. De buenas a primeras se vio con las maletas en la puerta. Entonces encontró acomodo en la UD Telde de Tercera División al inicio de la campaña anterior. Con Ángel Luis Camacho en el banquillo del cuadro teldense, se salió. Tanto que terminaba como Pichichi del grupo canario con un total de 23 dianas, "lo que hizo que me salieran bastantes equipos".

Entre ellas, la oferta del Nástic de Tarragona para que recalase en el filial. Era la opción "donde más posibilidades me daban de llegar al primer equipo". Y para allá que se marchaba con la ilusión por montera Dani Ojeda persiguiendo su gran sueño de triunfar en este deporte. "Aunque entré en algunas convocatorias del conjunto de Segunda División, no llegué a debutar", apunta.

En diciembre de 2016, otro giro inesperado. "Un día antes de que se cerrase el mercado invernal me llegó lo del Lorca de Segunda B". El grancanario cogía de nuevo los bártulos para aterrizar en Murcia. En los trece partidos que disputó firmaba cuatro goles importantes "porque nos dieron puntos en momentos que los necesitábamos".

Finalmente, su empeño se vio recompensado. Disfrutaba del mayor logro de su carrera deportiva con el ascenso. El siguiente paso será debutar, a sus 22 años de edad, como profesional con la camiseta blanquiazul, pues le resta una temporada más de contrato.

"Alcanzar el profesionalismo es haber logrado el sueño que uno ha perseguido desde pequeño. Hace un año lo veía bastante lejos, pero las circunstancias han hecho que ahora esté muy cerca", apunta.

Aunque el Lorca acababa festejando, hubo momentos difíciles. A pesar de liderar el grupo IV de la categoría de bronce, en las postrimerías de la competición "llevábamos una racha rara de resultados que hizo que la plantilla empezara a dudar si llegaríamos o no a conseguir el objetivo".

Este mal momento desembocó en la destitución del entrenador, Julio Algar -había sustituido en la cuarta jornada a Iñaki Alonso-, y la llegada del siempre carismático David Vidal -no seguirá en el banquillo la próxima temporada-, "del que ya conocía sus singularidades de su etapa en la UD".

Reactivación

"Además del cambio de técnico, los jugadores también nos reactivamos", apunta Dani Ojeda. Todo, felizmente, confluyó con el ansiado ascenso. "Ha sido brutal, para la ciudad y para el club", explica el delantero, quien considera clave en el éxito "el contar con un vestuario excepcional tanto en lo humano como en lo futbolístico".

"Si un jugador con el que tengo mucha amistad como Abel Gómez, que lleva seis ascensos en su carrera, lo vivió con una intensidad de locos, imagínese en mi caso, que es la primera vez que afronto algo así. Ha sido una experiencia brutal que no se me va a olvidar en la vida", explica.

La historia de Dani Ojeda puede ser una referencia para aquellos jóvenes que sufren un revés como el que vivió en sus carnes cuando tuvo que abandonar la disciplina de la UD: "Aunque no me considero ejemplo de nada, a nivel de experiencia sí que puede valer".

"Cuando te dicen que debes salir de tu club de toda la vida, en los primeros momentos piensas que la posibilidad de ser jugador profesional termina, más en Canarias. En principio irme al Telde parecía ser un paso atrás, pero luego ha servido para dar varios hacia delante. Esto demuestra que por salir de Las Palmas el mundo no se termina", reflexiona este estudiante de Administración y Dirección de Empresas (ADE). Le quedan por delante un par de cursos -"aunque estoy en quinto, porque este año con los traslados no he podido compaginarlo bien"-.

Los malos momentos

Reconoce que hubo días en los que "tuve ganas de tirar la toalla", pero esos trances duros que ha vivido los sobrellevó mejor con la ayuda de su familia y su gente cercana. "Siempre he contado con el apoyo impresionante de mis padres, de mi hermano y mi cuñada, de mi pareja, de mis amigos... Han sido puntales fundamentales para mí, sobre todo en el momento que decido dejar la UD. En el fútbol no todo son alegrías. Creo que esos malos momentos ayudan a curtirte y te hacen tener más fuerza para conseguir objetivos", razona Dani Ojeda.

A pesar de todo lo ocurrido, asegura que Las Palmas sigue siendo el club de sus amores, "al que no guardo rencor ninguno por lo que pasó". "Soy quien soy futbolísticamente gracias a lo que aprendí allí. No tuve la oportunidad en su día y me la busqué en otro sitio. Rencor ninguno. Cuando veo ese escudo lo considero mío, el de mi tierra. Ojalá pudiese volver algún día", afirma este delantero que ahora tiene más cerca que nunca el cumplir su sueño de ser profesional.

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