La ilusión de competir. Representar a tu club y a tus compañeros. Ganar delante de tus padres. El inigualable sabor de lograr una medalla o, simplemente, de superarte a ti mismo. Todos esos sentimientos, que en ocasiones marcan una infancia, no los han podido vivir estos últimos meses más de 200 jóvenes atletas de la Isla, en edades comprendidas entre prebenjamines y alevines, en los últimos meses en Gran Canaria. Hasta cuatro suspensiones, todas ellas a última hora, han sufrido las Finales B de los Juegos de la Isla, una pesadilla para decenas de familias que han tenido que lidiar con la frustración de los más pequeños. Y los infantiles y cadetes, que elevan el número de damnificados hasta los más de 500, pudieron competir el viernes por la tarde después de tres suspensiones. El hartazgo llega hasta el punto de que muchos de ellos optarán para el curso que viene por otro deporte.

Las cancelaciones de estas finales se han producido por diferentes motivos y dos de ellas cuando los jóvenes competidores ya estaban incluso calentando. De San Bartolomé de Tirajana, de Arucas, de Gáldar, de Vecindario y hasta de Fuerteventura. Los afectados han sido cientos de personas, que no podrán acabar la temporada con una huella positiva. Un golpe duro para un deporte minoritario que se encontraba en pleno despegue en la Isla, pues este año el número de inscritos en las diferentes competiciones creció más del doble.

La Federación Insular de Atletismo de Gran Canaria (FIAGC) asume su responsabilidad y su presidente puso su cargo a disposición de la Junta Directiva. "Los responsables directos somos nosotros, pedimos disculpas", admite el presidente, que llegó a la Federación en diciembre del 2014. "Cuesta sacar niños adelante para que practiquen atletismo y esto echará atrás a muchos", añade Carmelo Coruña, director técnico del club de San Bartolomé de Tirajana, uno de los que más kilómetros tiene que recorrer, y a la vez vicepresidente de la Federación.

Cronología de los hechos

El inicio del drama se remonta al 6 de mayo, primera fecha en la que estaba previsto que se celebraran las Finales B. Con todas las familias en la instalación y algunos jóvenes concentrados y calentando, los organizadores se dan cuenta de que no ha llegado la ambulancia, que debe estar presente para evitar sustos. "Comunicamos el servicio por WhatsApp el 26 de abril. La empresa dice que no existió solicitud formal pero en ocasiones anteriores se hizo así y no hubo problema. Ahora trabajamos con otra empresa", explica Montelongo. Esa mañana se celebraba en la Isla el Rally Islas Canarias, por lo que no les fue posible encontrar otra ambulancia hasta la tarde, cuando se reanudó la jornada. Pero las pruebas previstas para la mañana ya habían sufrido su primer aplazamiento.

El segundo es el más peculiar. Un par de semanas más tarde del caso de la ambulacia, de nuevo con todos los jóvenes en la Ciudad Deportiva de Gran Canaria, algunos de nuevo calentando, no aparecen los sensores necesarios para decidir las pruebas de carreras. El propietario de ese material es el Instituto Insular de Deportes pero el responsable de guardarlo y conservarlo es la Federación, que otra vez admite su responsabilidad. "Ese día no se controló bien", asume Montelongo. Los buscaron por todas partes pero no aparecieron hasta semanas más tarde y en localizaciones diferentes. Los damnificados, de nuevo los más jóvenes y las familias que ya estaban preparadas para disfrutar de un día muy esperado. Sí se pudieron celebrar las pruebas de lanzamientos, que son una minoría a estas edades, pues los chicos normalmente prefieren las carreras.

Métodos sin previsión

La tercera ocasión fue el 3 de junio y el motivo de la suspensión fue la falta de jueces. Se necesitan un mínimo de 15 para un evento de esta magnitud pero en la noche anterior la Federación se dio cuenta de que solo tres estaban disponibles. Eduardo Medina, vicepresidente del CAI (Club Atlético Independiente), discute el método. "No existe protocolo para avisar con antelación. La costumbre es abrir una lista esa misma semana que se cierra el día anterior", explica Eduardo Medina, vicepresidente, que considera el caso de los sensores como "el más grave". Así, la principal queja hacia la Federación en la tercera cancelación es que avisó la noche anterior a los clubes, que no pudo advertir a todas las familias afectadas y algunas de ellas acudieron a la Ciudad Deportiva.

La última cancelación, la del pasado jueves por la tarde. Un error de comunicación entre la Federación y los responsables de la instalación provocó que a las 16.00 horas coincidieran en la Ciudad Deportiva de Gran Canaria los aspirantes a Policías Locales y los prebenjamines, benjamines y alevines. En la Federación pensaban que las pruebas para opositar a Policía Local acababan a las 15.00 horas, pero por la mañana recibieron la notificación de que se iban a alargar. Buscaron otra instalación de manera urgente, pero no había ninguna disponible y avisaron a las 15.23, por lo que de nuevo muchas familias no pudieron ser informadas a tiempo y se presentaron en la Ciudad Deportiva para nada.

El viernes por la tarde, en cambio, por fin pudieron disputarse las competiciones de infantiles y cadetes que estaban pendientes. Pero las de los más jóvenes no se podrán disputar, debido a las vacaciones, hasta septiembre y octubre, con fecha aún por confirmar. "Tras la última suspensión puse mi cargo a disposición de la Junta Directiva, pero consideraron que no era el momento adecuado", asegura Montelongo.

La consejería de Deportes, que subvenciona a la FIAGC, ha solicitado un informe para investigar lo ocurrido y tomar decisiones. "Hemos hecho un esfuerzo por recuperar los Juegos Insulares y no nos podemos permitir el enfado de tantas familias", asegura Ángel Víctor Torres. "Hemos dejado material en perfecto estado y no se puede admitir que se haga este uso", insiste el consejer. El próximo capítulo de esta crisis será después del verano. Aunque para entonces puede que muchos niños ya hayan abandonado el atletismo.

Motivos de las cancelaciones

  • 6 de mayo. No hay ambulancia: Con todos los niños en la pista de la Ciudad Deportiva de Gran Canaria se dan cuenta de que no hay una ambulancia, lo que obliga a parar el comienzo de la prueba. La Federación asegura que la solicitó por WhatsApp con antelación y la empresa que no hubo solicitud formal. El Rally Islas Canarias se celebra ese mismo día, lo que provoca que no puedan contratar otra ambulancia hasta la tarde. La jornada de la mañana fue pospuesta.
  • Misterio. Sensores perdidos: En esa nueva fecha, y con los niños calentando y la ambulancia esta vez presente, no aparecen los sensores necesarios para decidir las pruebas de carreras. Las finales de lanzamientos, que son la minoría en este tipo de eventos, sí pudieron celebrarse. El Instituto Insular de Deportes es el propietario del material pero la Federación es la encargada de conservarlo. Buscaron y buscaron pero no encontraron los sensores, que aparecieron varios días más tarde. "Ese día no se controló bien", asume el presidente de la Federación Insular de Atletismo.
  • Solo 3 disponibles. Falta de jueces: Para la siguiente ocasión, el 3 de junio, la Federación se percató el día antes de que no había suficientes jueces disponibles. Se necesitan un mínimo de 15 para un evento de esta magnitud y solo podían acudir tres. El proceso habitual es el de esperar la confirmación de los jueces disponibles hasta el día anterior al evento. Cuando la Federación se percató avisó a los clubes en la noche previa pero no hubo tiempo para que éstos avisaran a todas las familias y algunas se presentaron.
  • Instalación ocupada. Policía Local: En la última ocasión, el pasado jueves por la tarde, un fallo de comunicación entre la Federación y los encargados de la instalación hizo que las Finales B de entre prebenjamines y alevines, previstas para las 16.00 horas, coincidiera con las pruebas físicas para las oposiciones a Policía Local. La Federación fue informada por la mañana e intentó buscar otra instalación, pero no la encontró y avisó a los clubes de la nueva suspensión 40 minutos antes, por lo que muchos niños volvieron a quedarse tirados en la pista. Las pruebas de infantiles y cadetes sí pudieron disputarse el viernes por la tarde.