El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) -está suspendido cautelarmente- Ángel María Villar y su hijo Gorka salieron de la prisión madrileña de Soto del Real tras pagar ayer las fianzas de 300.000 y 150.000 euros, respectivamente, que les impuso el juez que instruye el caso Soule, Santiago Pedraz.

Por su parte, al cierre de esta edición, no había constancia de que el tinerfeño Juan Padrón, vicepresidente económico de la RFEF, que había realizado también la transferencia del pago de la fianza de 300.000 euros dictada por el juez salmantino, hubiera abandonado el centro penitenciario ubicado en la cara sur de la sierra madrileña de Guadarrama. En cualquier caso, Padrón podría recuperar la libertad en las próximas horas.

Padre e hijo abandonaron la prisión madrileña sobre las 19.00 horas ante las decenas de periodistas que les esperaban a las puertas de la cárcel, donde ingresaron el pasado 20 de julio sin posibilidad de fianza por orden de Pedraz. Sin embargo, el magistrado de la Audiencia Nacional les puso esta cuota porque considera que no existe riesgo de fuga y "difícilmente podrían obstaculizar la instrucción", al haberse practicado ya las diligencias "urgentes" de la causa, entre ellas la declaración de los principales imputados.

Una vez han quedado en libertad, Villar y su hijo tienen ahora la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado más próximo a sus domicilios, deben entregar el pasaporte y facilitar un teléfono móvil donde puedan estar localizables si son requeridos.

El que fue presidente de la RFEF durante 29 años fue detenido el pasado 18 de julio y conducido a prisión dos días después por haber tejido, según el juez, un "entramado" y una red de "clientelismo" que permitió el desvío de millones de fondos públicos y privados del ente federativo. Al menos desde 2009, Villar, según el juez, usó varias sociedades para el desvío del dinero y estableció un "clientelismo tanto en la contratación del personal, que recae fundamentalmente en familiares, como en la presunta adjudicación arbitraria de contratos de suministro y prestación de servicios a empresas vinculadas.

Villar se paró ante los medios y agradeció a "todas aquellas personas" que han confiado "privada y públicamente". Sin preguntas, agradeció la "defensa privada y pública" de él, de su hijo, Gorka Villar, y del vicepresidente económico de la RFEF Juan Padrón. "También quiero dar las gracias a los presos del Módulo 1 por el cariño y el afecto que han tenido con nosotros. Les deseo que tengan suerte en sus litigios y espero verles en la calle".