Tras ganar la Copa del Rey, ¿cuál es su siguiente reto?

Ahora estoy en Galicia, en el Mundial de Snipe, que es una cita importante este año. Empezamos con mal pie la primera jornada -el lunes-. No estuvimos muy acertados, quizás debido al cansancio y a tantas regatas acumuladas. Pero bueno, todavía queda mucho campeonato a ver si conseguimos entrar entre los cinco o seis primeros para poder luchar por el título.

¿Cuesta mucho cambiar de modalidad, en este caso, pasar del ORC 1 al Snipe?

Cuesta bastante más de lo que la gente cree. Como por ejemplo yo, que he navegado en cinco clases diferentes. A veces sale bien y todo es más fácil, parece que no te cuesta adaptarte, pero hay días en los que como ahora, pasar de un barco grande a uno de vela ligera en menos de 24 horas, después de una regata como la de la Copa del Rey, que es una de las más importantes a nivel mundial, con un estrés bastante fuerte durante una semana, cambiar de barco así es un poco drástico.

Hablemos de la Copa del Rey. ¿Esperaba la remontada el último día de regatas -sábado-?

No nos lo esperábamos. Fue un poco sorpresa para todos. Sí que salimos con la ilusión de poder hacer historia. La remontada fue brutal. Salimos con todo. Tuvimos la suerte de que el Aifos -el barco del rey Felipe VI- pinchó en la primera regata del sábado y nos pusimos líderes. La última regata fue de infarto porque había hasta cuatro barcos que podían ganar la Copa. Al final tuvimos la suerte de ganarla y estoy muy contento por el equipo y por haber ganado, en mi caso particular, mi sexta Copa del Rey.

¿Sienta diferente cuando uno arrebata al mismísimo rey de España su propia Copa?

(Ríe). Bueno, nosotros no pensamos en eso. La verdad que el Rey es un buen deportista. Lo ha demostrado toda su vida. Cuando está en el agua es uno más. He navegado contra él en más de una ocasión y, sinceramente, ninguno de los regatistas compañeros lo tratan con distinción. Todos nos tratamos igual. Sí es verdad que cuando termina la regata sigue siendo el Rey y hay que tenerle un respeto, pero en la regata somos todos iguales y no pensamos en ello.

No me negará que en el momento de la entrega de trofeos sintió algo especial...

Sí hombre, claro que sí. Por supuesto que es diferente, no lo voy a negar. Está claro que es una satisfacción diferente, no sé. Es una novedad y da un poco más de vidilla.

¿Existe alguna posibilidad de que participe en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020?

Ahora mismo no me lo planteo. Ya intenté estar en Río 2016 y me resultó muy difícil conseguir patrocinadores. No hice la campaña como me hubiera gustado. Estuve muy limitado de recursos y así es muy complicado. Por eso no me lo he planteado ahora mismo, pero sí que tengo una espina clavada y una ilusión de poder hacer otra campaña. Todavía es pronto. Quizá dentro de unos meses empiece a intentarlo, en el caso de que me apetezca y disponga de los medios para hacerlo.

¿Ese podría decirse que es su reto principal?

No. Es una forma más de navegar a nivel profesional. Retos son muchos y diferentes. Cada mundial es un reto y quiero seguir ganándolos en otras clases. Es verdad que la vela olímpica es una de las cosas más bonitas que tiene este deporte, pero bueno, no lo tengo como una prioridad. Si se da el caso, estupendo y si no, pues tampoco pasa nada.

¿Cuál es el estado de salud de la vela en Canarias?

En Canarias siempre hay buenos regatistas, el nivel es increíble. El apoyo de los clubes de vela se ve reflejado en los resultados de los canarios, que son de los mejores regatistas a nivel de España.

¿Le da tiempo de parar por Lanzarote?

Este año he pasado poco. Me hubiese gustado estar mucho más. Hace poco estuve una semana y me supo a gloria. Es mi sitio preferido. A finales de agosto volveré otra semana y me sabrá a poco también, pero por lo menos recargaré las pilas para el último mundial y luego, a mitad de septiembre, pasaré otras dos o tres semanas y disfrutaré un poco más de la Isla