Patricia Reino, patrona de 18 años que empezará a cursar Ingeniería de Diseño Industrial, y Carlota Hopkins, tripulante de 16 y próxima a comenzar Segundo de Bachillerato, flamantes campeonas de Europa juveniles de la clase 420, empezaron a navegar siendo unas niñas siguiendo las indicaciones de sus progenitores.

"No fui obligada, porque siempre me ha gustado el mar y el sol, y también viajar, y por eso he seguido practicándolo", indica Patricia, mientras Carlota asegura que "al principio me daba miedo y mis padres insistieron para que continuase, pero ahora me encanta".

"Además, te permite hacer muchísimos amigos porque coincides varias veces en semana. A mí también me gusta todo lo relacionado con el mar y disfruto navegando, así como con la tensión que siento durante la disputa de una regata", indica la espigada tripulante.

Tanta es su pasión por la vela que Patricia Reino soporta con resignación desde hace años dolores en la espalda motivados por los duros entrenamientos, y Carlota Hopkins también reconoce que esforzarse al máximo tiene sus inconvenientes, aunque realiza ejercicios físicos en tierra para prevenir la aparición de lesiones.

Las dos regatistas consideran que la genética no está relacionada con los éxitos en la vela -comunes a varias sagas familiares canarias-, y Patricia recuerda que en su caso sólo han competido su hermana Martina y ella, porque sus padres (Juan y Marta) no se han subido a un barco.

Compenetradas en mar y tierra

"Con Martina hablo poco de vela en casa, porque además está casi siempre viajando. Creo que mi hermana es la mejor de las dos, porque está realizando una preparación olímpica (en Láser Radial) y tiene más títulos que yo", señala Patricia, patrona de la embarcación.

Por su parte, Carlota considera que los genes sólo han influido en ella en su físico, porque tiene una gran envergadura al igual que sus padres, Robert -también antiguo regatista- y Patricia, de quienes recibe muchos consejos.

Las dos jóvenes, que llevan navegando juntas desde hace menos de un año, creen que la clave de su éxito radica en que se llevan muy bien tanto dentro como fuera de la embarcación.

"En un barco como el 420 ambas decidimos y nos ayudamos, porque individualmente no podríamos hacer nada", revela Patricia, y Carlota añade que junto al resto del equipo -encabezado por el técnico Aarón Sarmiento, olímpico en Pekín 2008- han entrenado muchísimo y ahora están recogiendo los frutos.

Tras quedar quintas en el Campeonato de Europa absoluto en Grecia -conquistado por sus compañeras del Náutico, las hermanas María y Pilar Caba-, Patricia Reino y Carlota Hopkins ganaron el Europeo juvenil en el Lago de Garda (Italia), evento que resultó toda una experiencia para ambas.

Las dos reconocen sentirse más a gusto navegando en el mar y notaron la diferencia de hacerlo en el citado lago, con agua dulce y donde el barco se hundía un poco más, aunque compitieron a un gran nivel.

En cuanto al futuro a corto plazo, ambas todavía desconocen si acudirán al Campeonato del Mundo absoluto que tiene previsto disputarse en el mes de diciembre en aguas de Australia, por falta de apoyo económico, lo cual resulta desmoralizante según Patri, quien sí adelanta que el próximo año ambas seguirán en 420, y más adelante, en caso de que Carlota se marche a estudiar fuera de la Isla, podría pasarse a la clase 470 para intentar ser olímpica.