Rafael Cabrera Bello continuó su tendencia de más a menos en el Masters de Augusta y registró una tarjeta en el tercer día de 74 golpes, lo que le sitúa ya lejos de los 25 mejores, donde sí consiguió mantenerse tras la segunda jornada. El grancanario se ha desfondado después de llegar a estar entre los mejores en la primera jornada e incluso liderar la prueba de manera momentánea en el segundo día.

En la tarde de ayer empezó mal con un bogey en el hoyo 4, pero se desquitó con un birdie en el 6, donde rozó el hoyo en uno con un golpe magnífico. En la mitad de la jornada tuvo su peor momento y encadenó hasta cuatro bogeys en los hoyos 8, 9, 11 y 13. En el tramo final del día logró corregir su situación clasificatoria con birdies en el 15 y en el 18. De esta manera registra una tarjeta global de 69 golpes en el primer día, 76 el segundo y 74 el tercero. Se encuentra en el puesto 36 con un +2 en el día de ayer y un +3 en total, a 17 golpes del líder pero a tres de los 20 primeros, que será su lucha en la última y definitiva jornada.

Pelea de grandes nombres

Jon Rahm (-8), mientras, ha sido el gran nombre español del día. El vizcaíno ha entregado una fabulosa tarjeta de 65 golpes en la tercera ronda y se ha metido de lleno en la pelea por la chaqueta verde, por lo que tendrá el reto de suceder en el trono a Sergio García. El de Barrika cumple así con el primer gran objetivo que se había planteado esta temporada y subir un escalón en los grandes. Se ha colocado cuarto en solitario, a seis golpes de un desatado Patrick Reed, tres de Rory McIlroy y uno de Rickie Fowler. Será una pelea de grandes nombres en la última y decisiva jornada, en la que de nuevo habrá un español.

En cualquier caso, más cerca o más lejos, la realidad es que Rahm saldrá por primera vez en su carrera un domingo con posibilidades de ganar un grande. Su vuelta de 65 golpes ha sido un prodigio con cinco birdies, incluso un eagle y ningún bogey.

No va a ser sencillo el final, tanto por los rivales que va a tener Jon como por la distancia que el líder, Patrick Reed, se llevó a la casa club. El de San Antonio está jugando con toda la soltura, lleva ya dos temporadas en la brecha, demostrando que puede competir con los mejores. Los momentos de duda, como el 'bogey' en el 12, los solventó con una clase tremenda. De hecho, en los últimos cinco hoyos hizo dos 'eagles'. Hay que ver cómo afronta una última ronda desde el liderato.

Es improbable que le tiemble la mano al segundo, pues es Rory McIlroy, que hizo una tarjeta de 65 y sin 'bogeys'. Si es el norirlandés quien lo consigue habrá logrado cerrar el Grand Slam, pues es el único de los torneos importantes que le queda por ganar.