Acorán de la Santa Cruz asomaba por la puerta de salida del Aeropuerto orgulloso. De su cuello colgaba la medalla de plata que logró con España en el Europeo júnior, a la que sumó un cuarto puesto en la final individual. Los ojos de este joven grancanario de 15 años se humedecieron al ver el recibimiento que le habían preparado los suyos para reconocer la gran actuación que había firmado en su bautizo en la gran competición internacional.

Los primeros en abrazarle, su padre Néstor, su madre María del Mar y su hermano Irus. Luego, el resto de la comitiva formada por representantes del Colegio San José Dominicas y de su laureado club de gimnasia, uno de los históricos de esta modalidad tras 25 años de historia.

Entre ellos, las directoras Teresa Murillo y Montse Caballero, además de profesores, técnicos y sobre todo compañeros y familiares de estos . Ante lo inesperado de este recibimiento, con pancartas alusivas a su éxito deportivo incluidas, a Aco -como se le conoce cariñosamente- se le entrecortaba la voz de la emoción. De nuevo se encontraba entre las nubes tras pasar once horas volando entre ellas en el trayecto Bakú-Barcelona-Gran Canaria.

Añurgado por lo emotivo de la situación, el deportista del club San José Dominicas, a la hora de señalar el momento que más recuerda de su exitosa participación en el Europeo, no habla de la hora de subir al podio ni de otros tópicos. Haciendo gala de su carácter tímido y humilde valora una situación que tiene que ver con el compañerismo.

"Son muchas las experiencias vividas, pero me quedo con el ánimo de los compañeros cuando salía a competir; en un instante donde la concentración era máxima, escuchaba a todos los componentes de la selección española gritando mi nombre y eso me animaba muchísimo. Allí nos lo inculcaron desde que llegamos: el gimnasta es el que hace el trabajo pero el equipo siempre está detrás y sin él no eres nada. Incluyo a la familia y a los amigos, pues te empujan a competir, a hacer lo que te gusta", relata el deportista isleño.

A la hora de valorar su actuación en este campeonato de primer nivel, Aco reconoce sentir "muchísima emoción" y manda un mensaje de agradecimiento "a todas esas personas que estuvieron ahí mostrándome todo su apoyo". "He vivido situaciones indescriptibles. Todo el esfuerzo que has hecho durante un año para clasificarte para el Europeo ha dado sus frutos", añade.

Reconoce el representante del club San José Dominicas que su cuarto puesto en la final individual del Europeo júnior se convertía en una sorpresa agradable que "vino a poner la guinda al pastel" tras la consecución de la medalla de plata en equipo, un podio que entraba dentro de los planes de la selección.

A pesar de este gran éxito, Aco saca de nuevo a relucir su carácter humilde y trabajador. Afirma que ahora su preparación se centrará en el Mundial júnior. Espera firmar otra buena actuación allí, porque en mi opinión en el Campeonato de Europa el nivel ha sido tan alto que supera al que podremos ver en ese Campeonato del Mundo".

"Es un sueño"

"Es un sueño""Es un sueño", afirmaba uno de los culpables de los éxitos de Acorán de la Santa Cruz, su entrenador David Taisma. "Ahora empezaremos a asimilar verdaderamente lo que hemos conseguido. El ser el primer canario que acudía con la selección española júnior a un gran campeonato ya era un éxito. Supone un premio merecido al trabajo y el sacrificio que lleva haciendo prácticamente toda su vida", explica.

También muestra su satisfacción el técnico por cómo valoran a su pupilo en el ámbito nacional, a pesar de la distancia existente entre el Archipiélago y el territorio peninsular, con todo lo que eso conlleva. Se queda con una frase del seleccionador español júnior al despedirse de ellos ante de emprender el regreso a la Isla: "Nos vemos en noviembre para el tema del Mundial -en San Petersburgo-". Todo indica que será la próxima cita relevante en el calendario del joven grancanario.

David Taisma nos reconoce que después de la medalla de plata lograda con la selección española, su cuarta plaza individual supuso "la guinda" para la actuación de Aco en la cita de Bakú.

El entrenador reconocía que no tuvo que darle muchos consejos a su gimnasta en esos momento tensos que acarrea participar en los momentos decisivos de una gran competición: "Cuando llega a un torneo intento hablarle poco. Sólo queda hacer lo que hemos entrenado. Intento charlar con él de temas diferentes y sobre todo que controle los nervios".

Expone el técnico que cuando aterrizaba en el club con siete u ocho años a Aco ya se le veían condiciones para llegar lejos, "pero era aventurado predecir que lo lograría porque mucha gente se ha quedado en el camino por nuestra lejanía".