Estaba abatido Antonio Moreno por los pasillos del Globus Hall de Lublin. No por el resultado en sí ni por el "excelente" trabajo que realizaron sus jugadoras. Y sí por el gesto que ensució la final: el tiempo muerto de Robert Lis, entrenador del MKS Lublin, para celebrar la Challenge Cup cuando apenas faltaba menos de medio minuto para acabar el partido.

"Estoy afectado por esa falta de deportividad. Si gano, gano; si pierdo, pues pierdo. Pero con lo que no estoy de acuerdo es que un fantasma como este coja mi deporte y lo hunda y lo destroce de esta manera. Hay que saber ganar y saber perder. Y a veces es más difícil lo primero. Cuando tienes un equipo que se ha desfondado como nosotras en esta final y vas a celebrarlo antes de que acabe el partido con un tiempo muerto, mirándonos y riéndose de nosotras, pues es realmente lamentable. Gente como este fantasma no merece estar en el balonmano", sentenció Antonio Moreno al final del partido.

La soberbia del entrenador local siguió una vez acabado el partido. En el cóctel que organizó la entidad polaca, Robert Lis siguió en su tono provocador. "Go home" [iros a casa], les gritó a algunas jugadoras del Rocasa Gran Canaria a su salida. Postrado en la puerta que daba paso a un pasillo, casi no deja pasar a Antonio Moreno, taponando la salida.

Pero por encima de todo eso, el técnico del cuadro teldense, que dejará el banquillo esta temporada, se queda con el "esfuerzo y trabajo" de sus jugadores. Irse sin ninguno de los tres grandes títulos de esta campaña a los que optaba -ganaron la Supercopa al inicio del curso-, no cambia su valoración del año. "Para mí ha sido un año excelente. Hemos estado muy bien casi toda la temporada. Quizá nos hayan pasado factura los 87 vuelos que hemos cogido en este año. Es un trabajo acumulado sin jugar entre aviones y guaguas que no se puede imaginar. Si eso lo dedicaramos a entrenar... Pero bueno, el año que viene intentaremos suplirlo con una plantilla más larga", concretó el alma mater del club.

Sobre el desarrollo del partido, Moreno esperaba un duelo tan "duro" como se vio. "Sabíamos que en los primeros minutos de cada parte, perdemos muchos balones, nos cuesta centrarnos. Nos meten goles que después nos toca remontar. Sabíamos también que en el minuto 15 de la segunda mitad podíamos estar ahí. Si nos llegamos a poner por encima las sacamos del partido, ellas se hubieran ido, estoy seguro. Empatamos y tuvimos dos balones para ponernos por delante con el 22-22, pero no se dio", manifestó el técnico grancanario. Porque ese gol, a su juicio, "hubiera puesto la final de cara" para el Rocasa Gran Canaria.