Hace un año se metía en la final del 4x400 en el Mundial de Londres firmando una excelente actuación. Ahora le ha tocado debutar con la selección absoluta en una prueba individual. ¿Un nuevo pasito en su trayectoria?
Sí, porque hasta ahora sólo lo había conseguido en categorías inferiores. Me encantó la sensación de competir con los mejores de la distancia que tomaban parte en los Juegos del Mediterráneo. Una pena la marca que hice -octavo en los 400 metros lisos-. No estoy contento con mi tiempo, porque no me gusta ser último en nada, ni en mi casa . Pero bueno... No se pudo más. La estrategia que tenía no salió, en ningún momento hice lo que me había comentado mi entrenador. Ahora sólo resta seguir trabajando durante lo que queda por delante porque es ilusionante y bonito.
Al menos se sacó la espina con la plata en el relevo 4x400, la primera con la selección absoluta.
Da alegría, sobre todo al quedar tan cerca del oro -se lo adjudicó Italia-; hubo un momento en que pensé que lo lograríamos. Es muy bonito subirte al podio representando a España, aunque no sea una competición súper importante. Esto te da ánimos para afrontar el resto de la temporada.
¿El Europeo de Berlín el próximo reto que se marca?
Sí. De momento estoy quinto del ranking nacional en la prueba de los 400. La idea es acercarme a mi marca personal, que me daría opciones de correr el relevo. A nivel individual está complicado, pero no imposible. Queda una carrera para intentarlo, el Campeonato de España absoluto en un par de semanas, y creo que puedo luchar por hacer la mínima.
¿Sería una decepción no lograr clasificarse para el Campeonato de Europa de principios del mes que viene?
En el pasado Mundial de pista cubierta, que se celebró en Birmingham en marzo, acudí como suplente y no me gustó nada. Fue una pequeña decepción. Mi temporada de invierno no fue muy buena. Ahora aspiro a estar con los titulares en Berlín. Está claro que mis compañeros han demostrado que están en mejor forma; lo único que me queda es hacerlo lo mejor posible. Confío en que pueda lograr la plaza en el Campeonato de España rebajando mi marca personal. Sería un estímulo de cara al próximo año, que será algo particular para mí.
¿Y eso?
Me voy a operar de un problema que tengo en mi rodilla izquierda, una tendinopatía rotuliana que no me impide correr, pero que a la hora de entrenar sí que me molesta demasiado. No es plan seguir entrándome con dolor, no lleva a ningún sitio. Quiero entrenarme bien para poder estar a la altura del resto de mis compañeros.
Con 22 años, y tal como se está desarrollando su carrera deportiva, ¿el objetivo a medio plazo son los Juegos de Tokio 2020?
Se trata de un reto ilusionante, claro que sí. Estar en unos Juegos Olímpicos es el anhelo de todo deportista. Soy el primero que quiere estar en la lista de España para Tokio 2020.
Viendo el gran nivel del 400 español, ¿se ve con opciones reales de acudir a la cita olímpica?
Confío, pero resultará complicado porque mis compañeros de distancia se encuentran en una forma increíble: Samuel García, Lucas Búa, Óscar Husillos, Bruno Hortelano... Este, tras su accidente, en tres carreras ha conseguido batir un récord de España que llevaba establecido hace casi treinta años. Mucha gente piensa que los atletas envidiamos los resultados de los compañeros, pero no es mi caso. Para mí supone una motivación, porque te da ánimos para intentar ponerte a su altura. Si en lo colectivo estamos todos a un muy buen nivel, podemos soñar con grandes cosas.
