David Silva había tirado el amago. "No me marco fecha de retirada. Está claro que ya tengo una edad. Pero conforme me encuentre así, voy a seguir disponible. Siempre he sido mentalmente fuerte, si no no habría llegado hasta aquí. Cuando vea que no esté levantaré la mano y diré que no estoy." La frase se la dejó al diario Marca en una entrevista previa al Mundial de Rusia de este verano. Ayer, a través de las redes sociales, Silva levantó la mano para cerrar una página brillante en la historia de la selección española y un capítulo que será muy difícil de superar en el fútbol canario, casi irrepetible.

La argumentación de la última sentencia es tan sencilla como la de mirar su palmarés y sus números con la selección española de fútbol, un lugar donde se asomó en 2006, después del Mundial de Alemania, y del que nunca se bajó hasta ayer. Por el camino, 125 partidos, 35 goles, un título de campeón del Mundo (2010) y dos Eurocopas (2008 y 2012). Casi nada.

El futbolista de Arguineguín, a sus 32 años, se despide de 'La Roja' como cuarto goleador en toda su historia, solo superado por David Villa (59), Raúl González (44) y Fernando Torres (38), todos delanteros. Además, es el sexto jugador con más partidos de la historia de la selección (125), por detrás de Iker Casillas (167), Sergio Ramos (156), Xavi Hernández (133), Andrés Iniesta (131) y Andoni Zubizarreta (126).

David Silva participó con la selección española de fútbol en tres Mundiales (Sudáfrica '10, Brasil '14 y Rusia '18), tres Eurocopas (Austria y Suiza '08, Ucrania y Polonia '12 y Francia '16), además de dos Copas Confederaciones (Sudáfrica '09 y Brasil '13). Con esta despedida y después del adiós de Andrés Iniesta, solo queda Sergio Ramos como superviviente del 'triplete' histórico de España (el Mundial y las dos Eurocopas en su época dorada, de 2008 a 2012).

La salida de David Silva es también significativa por su cariz en el juego de España. Él era uno de aquellos centrocampistas que marcaron una era con la selección, ya todos fuera de ella: el propio Silva, Iniesta, Xavi, Xabi Alonso y Cesc Fábregas. Ellos formaron la cadena de la mejor España de la historia.

En los grandes torneos, David Silva fue primordial en las dos Eurocopas. Debutó con Luis Aragonés en 2006 y él 'Sabio de Hotaleza' lo catapultó en Austria y Suiza. Titular en la final frente a Alemania, fue clave en las semifinales ante Rusia. Cuatro años más tarde, puso el primer gol del 4-0 a Italia con el que España consiguió su tercera Eurocopa.

Su papel en la conquista del Mundo fue menos trascendente, penalizado por la derrota inaugural ante Suiza. Sin embargo, ese punto no empaña su trayectoria con la selección, donde Aragonés, Vicente del Bosque y Julen Lopetegui siempre creyeron en su fútbol. Un fútbol que se va de la selección española, pero al que aún le queda mucho que dar.