Pilar Caba tiene un cerebro de oro. La empollona de la vela. Campeona del mundo de la clase 420 en las aguas de Newport (Estados Unidos), junto a su hermana María, su testimonio es un faro. Raza, coraje, furia y apuntes. Estudiar es el mejor dopaje. A sus 23 años, tiene en sus vitrinas un Premio a la Excelencia Académica por su 8,95 de media tras cursar Ingeniería de Organización Industrial. Trabaja para Domingo Alonso. "Llevo un mes en la transformación digital".
¿A qué sabe un Mundial? "No tengo palabras; colma un objetivo de hace un par de años. Lo habíamos buscado, en diciembre en Australia en el Mundial de 2017 y luego en Italia [2016[. Siempre nos hemos quedado en las puertas de las medallas. Ganamos el Europeo en Grecia". Y llegó Newport. "No estamos cómodas del todo", pero cambiaron las condiciones y se consagraron. No se rinden.
Un 'no' a la retirada
Pilar Caba aclara que no se retiran de la competición tras coronarse en la clase 420. "No lo dejamos, llevamos una temporada muy exigente. Mi hermana cursa ahora cuatro de Medicina y esto tiene un coste. Un enorme peaje; cada vez tenemos menos tiempo. Pero dejarlo es imposible. No nos retiramos, pero vamos a descansar unos meses".
Abren la puerta al cambio de disciplina hacia el 470. Competir con su hermana permite que "todo quede en casa". Estudiar, trabajar y luchar contra los tiburones. "Mi hermana cumple y marcha año por año con la carrera. Estuvimos casi todo diciembre en Australia, y eso que tenía exámenes en enero".
La pregunta del millón. Los libros o la gloria del oro. ¿Qué vale más? "Lo que más nos mueve, lo que más nos gusta es el deporte. Pero los estudios son muy importante". Realza el rol de la competidor empollona. Se acabó lo del futbolista o galáctico que no lee. "Cada vez son menos, muchos compañeros del mundo de la vela compaginan los estudios y las regatas. Siempre tienes que tener un plan 'b' en la recámara".
Caba, una monarca de 23 años y con una media de 8,95 puntos. La excelencia en el pupitre y una devoradora de medallas en el agua. Le llenan los datos y suspira por la gloria olímpica. El poder de un libro. La literatura te lleva a la cima. La firma de las empollonas.
