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El cerebro de McLaren

El ingeniero grancanario Fernando Acosta, una década en la escudería, participa en el área de control de sistemas

El especialista Fernando Acosta posa en el Parque de la Música, junto a la Fuente Luminosa. JUAN CASTRO

La Fórmula 1 es un deporte que mueve masas. En especial el piloto, cara visible de las escuderías. Quien se desliza sobre el asfalto, quien posa en los podios, quien abre botellas de champán frente a periodistas y aficionados. Sin embargo, ¿sería ético plantear a la persona con mayor visibilidad cómo la que mantiene la relevancia absoluta de un conjunto de F1? Hay mucho más.

Al igual que en la televisión, en la que existe un presentador que disfruta de la fama, encontramos que detrás de las cámaras se encuentra el firme trabajo de un equipo. La cara oculta del éxito.

La categoría que recae en la labor de personas como Fernando Acosta, ingeniero grancanario de McLaren desde hace casi una década -titulado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) - se aleja de las conjeturas. Existen una serie de departamentos de control dentro de las empresas que compiten en motor.

En particular, "formo parte del departamento de control de sistemas, y también me dedico a las tareas de simulación". El ingeniero se explica. "Mi trabajo consiste en asegurarnos que todos los sistemas del coche funcionen correctamente, por así decirlo, el sistema al que me refiero es como si fuese el cerebro del coche", aclara el cerebro de McLaren.

La Fórmula 1, es un deporte ligado a una industria que se renueva de forma constante, debido al alto grado de competitividad, lo que hace posible que "trabajar para una escudería suponga un aprendizaje continuo". Con prisa y con poca pausa se mueven los ases de la ingeniería. "Siempre que el coche entra en el garaje estamos preparados para aplicar cambios, y que de esta forma salga un coche más competitivo que el que entró", apostilla. Por lo general, los coches con más cualidades de velocidad y resistencia son los que más opciones tendrán de alcanzar la fama. Es la metamorfosis de los genios. Baile de piezas.

El adiós del campeón asturiano

El debate sobre quién tiene más peso en las victorias, si el piloto o el coche, también ha sido una constante. Sea como fuere, sin ingenieros ni mecánicos el coche no existiría. Sin piloto, este solo tendría una función estética. "El trabajo del piloto es fundamental para nosotros, es lógico que tengan nociones básicas de nuestro trabajo, sino fuese así sería más difícil todo", anota Acosta.

Su función, y la de sus compañeros de gremio, será crucial para que Fernando Alonso -y Carlos Sainz a partir de 2019- junto con Stoffel Vandoornen, abanderen los objetivos que se han marcado desde Reino Unido, para devolver a la escudería a los puestos que este deporte le debe a un histórico como McLaren, segunda escudería con más victorias, por detrás de Ferrari.

Aclara que tras unos años difíciles para la escudería británica, el último campeón mundial sería Lewis Hamilton (2008). "Se ha mejorado mucho", sentencia el ingeniero. Los números de Alonso no dejan lugar a dudas. "Alonso ya cosechó más puntos que en toda la temporada pasada, todavía nos queda margen de mejora, pero en este deporte eso es una realidad para todos", apunta.

Señala que "ha sido un sueño coincidir con Alonso en McLaren". Sobre la retirada del asturiano, se muestra contundente en sus alabanzas. "Fernando Alonso es el mejor piloto español que ha existido, aún teniendo 37 años, su talento es innato, no se le ve flaquear. Salvo alguna excepción, ha quedado por encima de su compañeros, que es el rival directo, teniendo en cuenta que compiten con el mismo auto".

Prosigue en la línea de elogios. Flores para el genio del volante. "Podría seguir en el máximo nivel unos años más, no es por el estado de forma por lo que ha decidido retirarse, tendrá otras aspiraciones".

Aún lejos de sus mejores años, la escudería tiene como objetivos retornar a los años dorados. Volver a la cima desde la ciencia. Y con un cerebro grancanario. "Nuestro objetivo es que cada año el coche sea más competitivo, y que esté a la altura del nombre que defendemos", concluye con ambición Acosta. Neuronas para volver a ser grandes. La esperanza de McLaren es isleña.

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