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Entrevista | Carlos Herrera

"No siento presión, el presidente no tuvo ni que convencerme"

"De veinte jugadoras, una puede tener el don, pero si no trabajas el talento, lo pierdes", señala el entrenador del Rocasa Gran Canaria

"No siento presión, el presidente no tuvo ni que convencerme"

Tras estar como segundo entrenador durante las últimas seis temporadas, imagino que le fue sencillo aceptar la oferta para llevar las riendas del Rocasa.

Fue una decisión muy fácil de tomar. Desde el club ya me habían comunicado que querían que este año cogiese al equipo.

Se podría decir que sabía que este momento le iba a llegar.

Sí claro, mi historia con el Rocasa venía de años atrás; estuve de segundo entrenador con Paco Santana y después con Antonio Moreno. Esta etapa ha sido preparatoria para algo que en un futuro sabíamos que iba a pasar. Y pasó. Es algo que siempre he tenido en mente, no podía decirles que no.

¿Siente algún tipo de presión por sustituir a todo un histórico como Antonio Moreno?

Presión, ninguna. Antonio había decidido dejar de compaginar la presidencia y la preparación técnica. Habló conmigo y no necesitó convencerme. Seguimos las mismas directrices que de costumbre. Cantera y más cantera. Venimos de años históricos para el club, pero no olvidamos que este es un pilar básico. En general, queremos seguir al máximo nivel. Mientras más se gane mejor, pero si no conseguimos títulos y seguimos al nivel de estos años, por mí no habría ningún tipo de problema.

Entiendo que para esta temporada también contarán con muchas jugadoras de la casa.

Antes habían muchas más. Nos ha costado suplir algunas jugadores claves que se retiraron hace unos dos años -cinco o seis- por lo que nos hemos visto obligados a traer chicas de fuera. Sin embargo, año tras año estamos sacando chicas nuevas. Para esta temporada hemos subido a tres del conjunto juvenil; necesitarán tiempo para adaptarse, pero tengo mucha confianza en ellas y en que vayamos subiendo cada vez a más chicas.

¿Cómo ha transcurrido la preparación esta pretemporada?

Muy bien. No hay nadie nuevo y ellas tampoco son nuevas para mí. Las chicas saben como soy, saben cuál es mi forma de entrenar. A su vez, yo las conozco a ellas, sé como son, lo que les gusta y lo que no.

Hablemos de la temporada que ahora arranca. ¿Cuáles son las aspiraciones del Rocasa para este curso, la Liga Guerreras Iberdrola es la prioridad?

Lo importante es saber disfrutar del camino, es lo que digo siempre. Diría que esa es nuestra prioridad, pues ni hemos comenzado el campeonato. Ganar títulos es superimportante, pero si se consiguen sin disfrutar del camino recorrido, dudo que estemos igual de felices. Es básico para cualquier deportista, aunque no se ganen títulos.

Deduzco que no olvidan Europa ¿Tienen una espina clavada después del gran papel de la campaña anterior, donde cayeron en la final de la Challenge Cup ?

Para Europa, la misma filosofía que para el resto de competiciones. Se trata de un torneo que se nos ha dado muy bien durante los últimos años. Queremos repetir lo conseguido en 2016, cuando conseguimos el título. No diría que tenemos una espina clavada por lo de el año pasado, aunque si me dio bastante pena. Es importante tener en cuenta que para la final no contábamos con una pieza clave como Lisandra Lussón, que estaba lesionada.

Hoy arranca en casa la temporada contra el Granollers,¿cómo ha planteado el encuentro?

El Granollers es un equipo muy importante, una de las revelaciones de la anterior campaña. Tiene mucha calidad en posiciones como el pivote o en la primera línea. Pero nos hemos preparado a fondo, como para todos los partidos. Si hacemos las cosas como en los entrenamientos, conseguiremos llevarnos el partido.

De Las Remudas, en Telde, a disputar finales europeas ¿Cuál es el secreto del Rocasa?

Los entrenamientos. El secreto está en entrenar y entrenar. El día a día posibilita que tengas éxito o no.

¿Diría que por encima del talento innato se encuentra la dedicación diaria?

De 20 jugadoras, una puede tener el don para el balonmano. Para las otras 19 el talento se consigue a base de constancia. Sin embargo, no se puede vivir del talento; si no lo trabajas, lo pierdes.

¿Y cuáles son las novedades del equipo con respecto a la temporada anterior?

El equipo no ha sufrido muchos cambios. Partimos con la ventaja de que para las extranjeras ésta será su segunda temporada y no tendrán ese periodo de adaptación. La única incorporación que hemos realizado es la cubana Gleynis Reyes. Se trata de una jugadora zurda que actúa de extremo derecha. Antes de llegar habló con Lisandra Lussón. La verdad es que se ha adaptado muy bien al grupo. Luego están tres canteranas: Iraya Machín, Karen Mendoza y Amanda Suárez.

¿Cuál es el estilo de juego de Carlos Herrera?

El estilo será el que nos ha llevado a donde estamos. Aunquepara esta temporada tengo pensado dar un giro más defensivo al equipo. Recibir menos goles y presionar.

¿Se atrevería a señalar a una jugadora como la estrella?

Todas son importantes, pero si hay una estrella lleva el nombre de Silvia Navarro, portera internacional. No tanto por el palmarés, sino por el recorrido y por el papel que desempeña para el juego del equipo. Otras chicas importantes son Melania Falcón y María González, que si conseguimos alguno de los tres campeonatos que disputamos para este año, pasaría a ser la capitana con más títulos en la historia del Rocasa. Tenemos depositada mucha confianza en Sayna. Espero que este año sea el que dé el paso de promesa a realidad.

Desde su posición, ¿piensa que el deporte femenino vive un buen momento?

Por lo que veo y oigo, por lo que hablo con las chicas y por lo que vivo como entrenador de balonmano femenino, puedo decir que existe una grandísima diferencia entre un deportista que sea hombre, y otra que sea mujer. Pero no solo en ese aspecto, sino también entre deporte y deporte. Y dentro de esa desigualdad también existe la que sufren las deportistas. Hay que tener en cuenta que muchas jugadoras, aún siendo profesionales, tienen que buscarse un trabajo o estudiar por las mañanas y es muy sacrificado. Creo que estas desigualdades se combaten con la ayuda de las empresas y del Gobierno, que tiene que empujar a que las empresas ayuden más a los clubes y haya un intercambio legítimo de favores.

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