Rotura de tibia y peroné. Es la lesión de un jugador de fútbol base, un niño, que sufrió una brutal entrada de otro del equipo rival en Almería. El ambiente que se vivió en el campo, ante los gritos de dolor del menor, ha vuelto a levantar la polémica. El padre del menor denuncia que el árbitro no actuó como debía y le recrimina que estuviera pidiendo al menor que se levantara poniendo en duda la gravedad de la lesión.

También se queja de los comentarios de otros padres que también acusaban al niño de simular para perder tiempo. Asegura además que el entrenador rival seguía alentando a sus jugadores para que entraran con la misma fuerza que dejó de esta guisa a su pequeño. Sus palabras quieren ser un toque de atención sobre el exceso de competitividad y la falta de valores que vive el fútbol de base.