La traumática reconstrucción del dragón rojo. Luis Enrique tiene un problema. Lucha contra la historia. El seleccionador asturiano suma 130 días en el cargo con una mancha en su expediente. Dos derrotas en sus primeros cuatro partidos en el cargo. Desde Miera (1991) no se contemplaba un inicio tan irregular. Pero tiene mil justificaciones el Lucho, la primera de ellas el portentoso nivel del grupo de la muerte de la Liga de las Naciones, que le citó con Inglaterra y Croacia, semifinalista y finalista del pasado Mundial de Rusia. España pisa Gran Canaria con la estrella de Sudáfrica, por primera ocasión en su historia, pero con turbulencias. Debate abierto sobre la figura de David de Gea, críticas a Luis Enrique, palos al artista Isco...
No hay paz en la Roja. Once años después de la última visita, victoria de oficio ante Irlanda del Norte, la selección nacional llega herida tras la cruenta derrota ante Croacia (3-2). Con la baja del capitán madridista Sergio Ramos (por lesión), la expedición se aloja en el AC Hotel Iberia Las Palmas hasta mañana.
Palos al estilo
El recinto hotelero ya hospedó al Barça de Messi (febrero de 2016) o al Atlético de Antoine Griezmann (enero de 2017). Con fuertes medidas de seguridad, la RFEF velará por la seguridad del combinado de Luis Enrique, que llega con Isco como activo franquicia. No juega en el Madrid, decepciona en España.
Ceballos, Busquets, Sergi Roberto, Morata, Rodrigo y Aspas alzan la mano en la regeneración. Ya no están Silva, Xavi, Puyol, Piqué, Andrés Iniesta... Es el doloroso cambio de ciclo. Glamour bajo un manto crítico. Torrente de dardos con cianuro. Las críticas hacia el portero De Gea son encendidas. Esta película ya se remonta al nefasto Mundial del jugador del Manchester United en Rusia. Fue el blanco fácil de todo un país. El diablo bajo palos. "España juega sin portero", se podía leer en la agencia EFE.
Careció de acierto en dos de los tantos del combinado croata en el segundo desliz consecutivo en la era Luis Enrique. Las dos primeras victorias, ante Inglaterra en Wembley y la goleada a Croacia en el Martínez Valero de Elche (6-0), dispararon la ilusión, tras el batacazo en Rusia, pero las dos últimas derrotas -en el Benito Villamarín y en el Maksimir- son una cruz.
La Roja aguarda un milagro, que firmen tablas el domingo Inglaterra y Croacia en Wembley, de lo contrario, quedaría eliminada para la disputa de la Final Four. Luis Enrique suma dos victorias y dos derrotas en sus cuatro primeros partidos en el banquillo, tras la catastrófica marcha de Julen Lopetegui y la apuesta de forma interina por Fernando Hierro.
Desde 1991, el estreno de un máximo responsable técnico de la Roja no contemplaba peores resultados. Luis Enrique iguala a Miera. Antes, en 1982, Santamaría sí tuvo peores guarismos: comenzó con cuatro empates consecutivos. Por su parte, Vicente Miera comenzó con triunfo ante Uruguay, para luego caer ante Islandia y Francia. En el cuarto partido oficial, se impondría a Checoslovaquia.
Del Martínez Valero al silencio
El cartel de Bosnia y la última derrota ante Croacia han congelado los ánimos de la afición grancanaria. Hasta la fecha, se ha superado ligeramante la barrera de las 16.000 localidades. El aforo del recinto de Siete Palmas es de 32.000 butacas. No habrá lleno. Frialdad en el partenón. España no engancha.
En el estadio Martínez Valero, en el último duelo de España ante Elche, se registró una afluencia de 33.732 espectadores. Fue el deleite, el verso de Luis Enrique alcanzó la excelencia con Isco, Asensio y Ceballos. Pero fue un espejismo.
En el homenaje a David Silva, la Roja sigue buscando el relevo natural del genio de Arguineguín. Tampoco hay un Iniesta. Piezas legendarias que dejan un vacío insuperable. Faltan poetas en el dragón.
