Hace un año y medio que llegó al cargo. ¿Qué valoración hace de su año y medio de gestión?
La verdad que ha sido complicado. Uno llega pensando que va a ser todo muy bonito, un camino de rosas, y es bastante complicado. Son siete islas, siete formas de pensar diferentes, siete intereses y nosotros tenemos que pensar en el interés de todos. Ha sido bastante complicado, nos hemos encontrado con situaciones difíciles, no solo en el aspecto deportivo, que era un caos, sin casi competiciones estables sino que después está la parte económica. Hemos tenido que asumir riesgos, con problemas serios, muy graves... Por ejemplo, para seguir adelante con la competición, aceptamos los compromisos de las instituciones para poder pagar el seguro de los luchadores, cosa que han ido cumpliendo. Después, la mentalidad, cambiar la forma de actuar de equipos, luchadores y federaciones. A veces, es complicado decir que no porque conoces a las personas desde hace tiempo, pero las normas y el reglamento están para cumplirse. Llevábamos muchos años así, sin que se dijera que no en la lucha canaria. En líneas generales, la gente ha entendido que llegamos para darle un cambio a la lucha, creo que se está viendo.
¿En qué se está notando ese cambio?
Mira, por ejemplo, en el apartado femenino hemos pasado de tener tres equipos a tener diez, de no haber competición a tener cinco torneos, a incrementarse el número de licencias femeninas en 50 o 60 licencias más. Resulta que hay un campeonato infantil femenino y en marzo o abril habrá uno alevín, se está demandando un Pancho Camurria femenino o un Alfredo Martín femenino... Eso se debe a la imagen o a la salud que está cogiendo la lucha.
¿Qué es lo que más le ha costado y lo que le queda por construir?
Cuando accedí al cargo, un periodista de Tenerife me dijo: "Lo que ustedes proponen no lo consiguen ni en 20 años". Igual es verdad, pero en algún momento había que empezar. El otro día me decían que el archivo histórico que se hará en Gran Canaria igual no va a tener la documentación de todas las islas, pero dentro de unos años quién sabe hasta dónde llegará. Varios diarios se han sumado a este archivo histórico, gente que está aportando sus colecciones privadas, tenemos federaciones que nos han dicho que quieren proteger sus documentos originales en el archivo... Queda mucho por construir, por ejemplo en el terreno arbitral, pero es que solo Barranquera y yo estamos a tiempo completo en esto: él porque está jubilado y yo porque me pedí una excedencia en mi trabajo -es empleado del Cabildo de El Hierro-. Y el resto se está entregando. En formación, por ejemplo, con el Gobierno de Canarias se ha dado un gran paso con la implantación de las escuelas. Espero que con la nueva ley canaria del Deporte la lucha llegue al entorno escolar de una manera más reglada... En líneas generales, creo que se ha avanzado. Hemos pasado de tener siete competiciones a 17, a consolidar la Primera Categoría con todos los equipos de Canarias en una Liga Regional, a potenciar la lucha femenina, trabajar la lucha en La Gomera... En materia económica se lleva un control que antes no se tenía.
Cuando alcanzó la presidencia se encontró con una deuda de más de 318.000 euros, recibidos de la junta anterior. ¿Cómo están hoy las cuentas de la Federación Canaria?
De ese dinero que se debía, hay un litigio que está ahora mismo en el Supremo. Cuando llegamos ya estaba visto para sentencia y no pudimos hacer nada por una deuda del consorcio de seguros de hace muchos años de 95.000 euros. Era una deuda prescrita que el presidente anterior firmó y reconoció. El año pasado se nos embargaron 54.000 euros que están consignados en el juzgado y queda la otra parte de ejecución de esa sentencia... Espero que antes de febrero esté el tema resuelto y se nos dé la razón porque entendemos que se han cometido una serie de irregularidades que provocaron esta sanción. De resto, está todo pagado. Incluido ese embargo, no se debe nada de la temporada pasada. Eso es por nuestra gestión económica.
Por ejemplo, ¿en qué punto están los pagos a la mutualidad de los luchadores?
El año pasado se pagó por completo con seis meses de antelación. Este año se ha pagado la mitad y en marzo se abonará la otra parte. Antes se pagaba en cuatro veces y empezabas la temporada siguiente todavía pagando cosas de la anterior. Ahora cuando pagas la licencia federativa te cubre también un reconocimiento médico en centros concertados.
Ustedes no aceptaron el traspaso de poderes. ¿Por qué?
Entendíamos que había irregularidades, se habían gastado 130.000 euros del seguro de los luchadores, la aseguradora nos pedía que le pagáramos y no había dinero... El Gobierno de Canarias nos adelantó el dinero y a cambio nosotros nos sentamos y les trasladamos que no era serio que siempre tuviéramos que acudir a ellos. Presentamos un plan de ajuste, que se hiciera una auditoría externa y que la normativa se adaptara para evitar que esto volviera a suceder. Y se ha ido haciendo.
¿Qué conclusiones ha arrojado esa auditoría?
Ya salió. Está pendiente de que se haga una rueda de prensa donde se explique lo que se hará, si se tomarán acciones o no contra la junta anterior. El Gobierno de Canarias ya la tiene. En breve se podrá hacer público.
Ya conoce los resultados, ¿cómo se ha quedado? ¿Qué puede avanzar?
Pues muy sorprendido.
¿Para bien o para mal?
Para mal. A mí y a todos. Está presentada en la Asamblea. Es una auditoría que ha costado 13.000 euros donde se revisan los seis últimos años de gestión de la anterior junta y se ha aprobado por unanimidad qué debemos hacer. No puedo adelantar más. ¿Cómo se podía llevar una Federación así? Hay cosas que no las harías ni en tu casa así. ¿Si no te puedes comprar un Porsche, te lo compras?
Creo que no.
Si para pagar las ruedas del Porsche te tienes que quitar dinero de la comida o de la educación de tus hijos, esa casa termina siendo un desastre. Por ejemplo, ¿cómo haces un campeonato de puntales? El último que se hizo costó 15.000 euros que salieron del seguro de los luchadores. Eso no se puede hacer. Para hacer el Mundial tenemos los recursos o para ir a Corea a luchar.
El pasado año solo se hicieron controles antidopaje en las semifinales de la Liga Regional. ¿Volverán los controles? ¿Se ha hecho alguno en este curso?
Es algo que me preguntan en todos los terreros a los que voy. Las cosas tienen sus requisitos. En 2017 salió una nueva ley estatal contra el dopaje donde se determina de qué manera y cómo se deben hacer. Canarias tenía que adecuarse al sistema ADAMS. Esto ya no es que Antonio Ramos Gordillo [presidente de la Comisión Antidopaje de Canarias] vaya por sorteo a un terrero y diga: "Aquel y aquel". Ahora tiene que haber un sistema que englobe a todos los luchadores, adecuándose a la nueva ley de protección de datos. Ha sido un trámite engorroso, pero era el procedimiento. Cuando se hicieron los controles era porque estaba todo listo. Ramos Gordillo tiene todos los calendarios de Canarias y a partir de ahora se van a seguir haciendo con más regularidad. Es algo que no depende de nosotros, del Gobierno de Canarias o de Ramos Gordillo, depende de Madrid, viene sellado. Si alguien cree que podemos injerir en algo así, que lo diga... Nos da igual a quién se los hagan, los que tienen que estar preocupados son los tramposos.
¿Satisfecho de que el Parlamento haya declarado a este deporte Bien de Interés Cultural?
Se trata de un paso más en la tarea de protección de este deporte y de garantizar su futuro. Hay muy buena sintonía entre la Federación y el Gobierno, que debe tramitarlo, por lo que pienso que se pueden dar los pasos para conseguir esa declaración. Es algo que va más allá del propio deporte, es un tema cultural y social.
