Ariel Marrero ha sido siempre deportista. Ha corrido en varias ocasiones la HPS San Silvestre, además de otras pruebas populares, pero en esta ocasión será diferente y especial. Marrero sufrió a principios de octubre del año pasado un accidente en moto que le produjo graves lesiones y le tuvieron que amputar todos los dedos del pie izquierdo. "Aún me estoy recuperando pero este año tenía que correr en la San Silvestre", declaró.

Marrero tiene 36 años, es camionero y aunque esté de baja médica participar en la carrera supone un paso adelante en su recuperación. El último año ha sido complicado. "Volver a hacer deporte te ayuda, porque de mi accidente te tienes que recuperar física y mentalmente", explicó. El corredor reconoce que la parte psicológica la lleva mejor. "Desde que sufrí el accidente me lo tomé de la mejor manera, siempre tenía en cuenta que después de una caída en moto puedes estar mucho peor de lo que estoy ahora".

Eso no quita que pasase por malos momentos y el apoyo de sus seres queridos ha sido clave para que Marrero siguiera con ganas de vivir y hacer deporte. "El proceso ha sido largo y duro. He salido adelante gracias a mi familia y, en especial, a mi hermano Nauzet, aunque todos fueron clave para mí", explicó. Según Marrero, la mentalidad con la que uno se toma las cosas es más importante que el hecho en si. "Mientras no estés muerto todo tiene solución, lo demás son excusas", destacó con una sonrisa.

El accidente le ha provocado problemas físicos además de la pérdida de medio pie. "Dolores de rodilla, tobillo, cadera, todo el lateral izquierdo sufre y la pierna buena se sobrecarga porque trabaja más", señaló. Marrero espera por otra operación para que le quiten la sensibilidad del tendón del dedo gordo, ya que le hace daño en la prótesis que quiere utilizar para correr. "De momento corro con un calcetín metido y me ato fuerte la playera, pero en el futuro tengo que correr con la prótesis para mejorar la pisada", desveló.

La HPS San Silvestre es la primera prueba que correrá desde el accidente. "Llevo poco tiempo corriendo, empecé la recuperación sobre la bici y también hago un poco de gimnasio", afirmó. El proceso es lento, se entrena para fortalecer los tendones y los músculos. El 2018 ha sido un calvario para él, pero "desde que corra la San Silvestre todo irá a mejor".

Y es que Marrero se muere de ganas de volver a correr la prueba popular. "La corría siempre con los amigos y ya me perdí la del año pasado". Tener la oportunidad de volver al asfalto le hace feliz. ""Es una fiesta entre amigos y el placer de poder seguir corriendo con ellos".

Para 2019 espera llegar mucho mejor a la carrera popular. "Para el año que viene me marco el reto de terminar mi recuperación. Tengo ganas de volver a trabajar y de que me operen y me quiten los dolores del nervio del dedo gordo del pie. Y después de eso, apuntarme en todas las carreras que pueda", sostuvo Marrero.

"Lo único que me queda es superarme, hacer deporte y volver a sentirme bien", dijo. Porque el ejercicio equilibra la mente, según Marrero. "El deporte me ayuda a superarme, corro todos los días que el dolor me lo permite e intento mejorar cada vez que salgo", resaltó. Su historia será una de las que motive al resto de mortales a hacer ejercicio. "Sé que puedo con esto, no me voy a quedar estancado y seguiré mirando hacia delante", aseguró. "Lo del pie no va a ser una excusa para que deje de hacer deporte", añadió.

La HPS San Silvestre es un premio para el esfuerzo de todo un año de Marrero, al que siempre le ha gustado correr, pero también sabe que cabe la posibilidad de que los dolores no le permitan seguir corriendo y tiene otras opciones. "Si no puedo correr haré bicicleta y, sino, pues natación. Siempre hay algo que hacer, me gusta el deporte", sentenció Marrero, que siguió con su entrenamiento para llegar en la mejor forma posible a su encuentro con la línea de meta de la HPS San Silvestre.