Objetivo cumplido. La organización del Cajasiete Gran Canaria Maratón pretendía celebrar a golpe de récord los diez años de vida de la cita atlética más participativa del Archipiélago, que con el paso de las ediciones se ha logrado establecer entre los siete mejores maratones del panorama español. Y así fue. En 2019 cayeron cinco de los seis registros históricos del evento.

Dobletes en la prueba de 42 kilómetros y en la de 21, al igual que en el apartado masculino de la carrera más popular, la de 10.000 metros. La ausencia de una nueva plusmarca en los 10 kilómetros femeninos evitaba el pleno.

En la distancia larga, dominio de los kenianos. Juluis Kiprono, subcampeón en la edición de 2017, se tomó cumplida revancha. Coronó su brillante actuación entrando en solitario en meta y parando el crono en 2 horas, 12 minutos y 3 segundos. Un registro que queda como marca a batir del Cajasiete Gran Canaria Maratón. No quiso ser menos su compatriota Shelmith Nyawira Muriuk en féminas. Rubricó su dominio estableciendo también el ansiado récord: 2 horas, 32 minutos y 55 segundos.

Una buena nueva que tuvo como aperitivo los resultados de la cita del medio maratón, donde los ganadores protagonizaron la primera alegría de la jornada dominical. El atleta ugandés Michael Kapchebusha ganaba la prueba y además lo hacía pulverizando el registro vigente. Gracias su tiempo de 1.02:24 mejoraba en 50 segundos el tiempo de Pablo Villalobos, hasta ahora recordman de la distancia en el Cajasiete Gran Canaria Maratón.

No se quedó atrás la campeona de la categoría femenina en estos 21 kilómetros. La corredora etíope Amare Meskerem paró el crono en 1.11:53. Así bajaba el récord que en 2018 establecía la corredora lanzaroteña Aroa Merino (1.15:10).

Se esperaba la entrada en meta de los participantes en los 10 kilómetros para ver si seguía la racha. Con la llegada del atleta local Francisco Cabrera se daba continuidad a la avalancha de récords en la prueba grancanaria. Empleó un tiempo de 30.56, un segundo menos que el registro que mantenía desde 2012 Rubén Palomeque.

El pleno de nuevas marcas históricas en el Cajasiete Gran Canaria Maratón se acariciaba, pero no pudo ser. Se cumplían los pronósticos con la victoria en féminas de la lanzaroteña Aroa Merino, aunque su marca de 36.10 resultaba insuficiente para convertirse en el mejor tiempo de la distancia en la historia del evento grancanario.

Kiprono, imponente

Kiprono, imponente

En cuanto a la cita reina de 42 kilómetros, esta desde sus inicios estuvo marcada por el dominio de los africanos. Abel Kaboci, Félix Keny Kipkemboi, Evans Kigen, Alemayehu Meekonnen, Daniel Yator Kipkosgei y Julius Ndiritu corrían en un grupo compacto hasta la escultura de El Tritón.

Fue en ese punto del recorrido cuando Julius Kiprono, el ganador final, se quedaba en solitario en la cabeza de carrera. Sus rivales no pudieron seguir el ritmo que imponía. Poco a poco incrementaba su ventaja. Cuando rodaba por la Calle Mayor de Triana la liebre que a esas alturas le marcaba el camino se despedía de él con un saludo militar y a partir de ahí se encaminaba en solitario rumbo al Auditorio.

Su esfuerzo tuvo premio, pues batía el récord con un buen tiempo de 2.12:03. Abel Kaboci Waruinge (2.15:08) y Félix Keny Kipkemboy (2.16:10), segundo y tercero respectivamente, completaban el podio masculino del maratón.

Miguel Ángel Vaquero, décimo, acababa como el mejor atleta nacional (2.34:43), por delante de Víctor Manuel Seija, que finalizaba en la decimoquinta posición.

En féminas, la prueba de 42 kilómetros tuvo también un nombre propio, el de Shelmith Nyawira Muriuki, quien dominaba la carrera desde los compases iniciales de la misma. Incontestable su victoria, que coronó estableciendo un nuevo récord femenino del Cajasiete Gran Canaria Maratón (2.32.55). Fantu Zewude Jifar (2.45:13), plata, y Belaynnesh Shifera (2.45:51), bronce, le siguieron en la meta.

Doblete también en los 21

En la prueba masculina del medio maratón, también los africanos cumplieron con sus objetivos. El final estuvo reñido, con el ganador Michael Kapchebusha y Yohanis Negasa Bishoma jugándose la victoria en un mano a mano desde la entrada en el Paseo de Las Canteras. En el tramo final, el ugandés sacaba a relucir su mayor fortaleza, y batía el récord de la distancia con el 1.02:24, salvando un pequeño despiste a la altura de Bosmediano.

Merashaw Eshete Kassa finalizaba tercero. Cuarto acababa Javier Guerra, principal baluarte del fondo español actual, quien no pudo resistir el ritmo impuesto por los primeros, a quienes acompañó sólo en los inicios de la carrera.

En féminas, Amare Meskerem dominaba desde el arranque y se dio un paseo triunfal para batir también el récord. Adissalem Belay Tegegn y Matea Parlov completaron el cajón. Yurena Castillo fue la primera canaria en terminar los 21 kilómetros, octava (1.29:43).

Sabor isleño

Sabor isleño

La prueba de los 10 kilómetros tuvo sabor canario, con las victorias cosechadas por el grancanario Fran Cabrera y la lanzaroteña Aroa Merino, dos clásicos de la cita atlética internacional más importante de su tierra. El primero tuvo que hacer un esfuerzo mayúsculo para superar la marca que ostentaba Rubén Palomeque. Alejandro Santana González figuraba en la segunda posición y el internacional Chema Martínez, tercero con 31.40.

En cuanto al apartado femenino, Aroa Merino, que en estos diez años del Cajasiete Gran Canaria Maratón ha ganado en las tres distancias, tuvo como compañeras en el podio a la noruega Ine Bakken y a la canaria Iballa Lobo, tercera.

Con la celebración del Cajasiete Gran Canaria Maratón, Las Palmas de Gran Canaria se tiñó de colorido con un rosario de corredores surcando el asfalto a través de los lugares más emblemáticos de la capital, teniendo de nuevo como epicentro la zona del Auditorio Alfredo Kraus, que desde el viernes albergó esta gran fiesta deportiva que recogía numerosas actividades en su programa.

Críticas

CríticasUn año más, emergen las voces críticas ante los problemas de movilidad que origina un evento de tal magnitud, dificultando e impidiendo los desplazamientos de los ciudadanos con normalidad en la zona baja de la ciudad, con un gran número de accesos cerrados durante muchas horas. Estas quejas se vienen produciendo desde que arrancara el evento, aunque no se ha logrado una solución a este conflicto de convivencia.