Antes de las carreras de la última prueba del Campeonato de Canarias de Velocidad se guardó un emotivo minuto de silencio en homenaje a las víctimas mortales del fatídico accidente del pasado domingo en Veneguera. Todos los corredores se citaron en la parrilla acompañados de los familiares de Jesús Carmelo Delgado y Angharad Rodríguez, personas muy conocidas entre los aficionados de las dos ruedas, para homenajear a los cuatro fallecidos.

Justo cuando se cumplía una semana de la colisión frontal entre la BMW s1000rr de Jesús Carmelo Delgado y Angharad Rodríguez con la Honda 70 que pilotaba Carmelo Lorenzo con su hijo Aimar Lorenzo, el mundo del motociclismo canario decidió rendir tributo a los cuatro fallecidos sobre el asfalto del circuito de Maspalomas El Berriel. "Ha sido una semana muy dura", dijo uno de los pilotos justo antes del minuto de silencio.

Porque en las gradas y entre las motos que copaban el aparcamiento no se hablaba de otra cosa. "Me ha dejado el cuerpo tocado", afirmó Daniel García. Este motorista, natural de Telde, subrayó que le costó coger su montura tras el suceso en Los Azulejos. "Cuando pasa esto y uno se sube a su moto no puede pensar en otra cosa". Y es que pocos recuerdan un accidente tan trágico. Los curiosos que miraban las motos aparcadas en el recinto se detenían ante una nueva BMW s1000rr y decían lo mismo. "Con una como esta se chocó...", "Esta es la que tenía...", repetían.

En la zona de boxes que compitió durante varios años en el Circuito Canario de Velocidad. Su padre, Máximo Delgado, trasladó el pésame a la familia de Carmelo y Aimar Lorenzo. "Nos ha dolido muchísimo", insistió. "Somos humanos y el dolor que tiene que sentir esa familia tiene que ser inhumano", señaló. "No conocemos a la familia de Arucas, pero queremos decirles que lo sentimos muchísimo", añadió.

Delgado, padre de cuatrohijos, fue quien introdujo a Jesús Carmelo el amor por el motor. "Le gustaban más las motos que cualquier otra cosa, competía en estas carreras pero lo dejó porque su hija le insistió en que se bajara", desveló.

Delgado dijo que "no hay palabras para expresar el dolor" que atraviesa la familia. "Un hijo puede soportar la muerte de sus padres, pero un padre nunca puede superar la muerte de un hijo", comentó.

La familia de Jesús Carmelo y Angharad Rodríguez estuvieron sobre la parrilla junto a los pilotos. Durante el minuto de silencio, un familiar de Jesús Carmelo leyó una carta dirigida a los cuatro fallecidos. En ella recordó la pasión por las dos ruedas de ambas familias. Resaltó que el homenaje celebrado ayer en El Berriel era en honor a los cuatro, y que siempre serán recordados con mucho cariño.

Fue un homenaje sencillo y sentido por todo el mundo del motor. Las gradas acompañaron en estricto silencio el minuto de homenaje, que finalizó con un fuerte y prolongado aplauso. Las lágrimas cayeron por los rostros de más de un piloto y varios espectadores. "Esto es muy duro", manifestó Juan Luis Álvarez. "Hay que ir con mil ojos en la carretera. Cualquier detalle que se te escape es el que puede hacer que termine en desastre", concluyó.

Jorge Melián llegó desde el norte de la Isla para ver las carreras. "No tenía muchas ganas de venir, porque desde el accidente te pasan cosas malas por la cabeza", reconoció. Todos los motoristas pensaban en las cuatro vidas que se perdieron hace una semana en Veneguera. "Algunos van a más de lo que se debe por allí", afirmó Melián. "Pero todos los que montamos en moto nos venimos arriba en un momento u otro", añadió.

Tal vez con el suceso y tras el homenaje de ayer, más moteros se concienticen y conduzcan más prudentes por las carreteras del interior. "Para disfrutar las curvas no hace falta poner rodilla", señaló Melián. Ayer, los pilotos rugieron en honor de Jesús , Angharad, Carmelo y el pequeño Aimar.