David Cigala ha pasado por varios equipos de Preferente y Tercera División canarios. A sus 34 años asegura que no le queda mucho fútbol en sus botas, pero que sigue disfrutando del balón como cuando empezó. "No me hice rico con esto, pero tengo a muchos amigos en todos los campos de las Islas", afirma 'el Cigala', que este año juega en el Unión Sur Yaiza en Lanzarote.
El centrocampista se trasladó hace un año a la isla conejera dejando atrás más de una década de fútbol en Gran Canaria. "Echo de menos a los amigos y la familia, pero como mi novia es de aquí todo se lleva mejor", afirmó. Cigala había dejado el fútbol de lado en 2017 para centrarse en sus estudios. "Estaba entrenando con el Arucas, pero preparaba unas oposiciones y no tenía tiempo para la pelota, desveló.
Pero el gusanillo impidió que dejará el fútbol del todo. "Me entró las ganas de volver a jugar y no pude resistirme", subraya. Esta vez Cigala hizo las maletas y cambió de aires. La pasada temporada militó en la UD Lanzarote. "Fue un año difícil para mí. No solo por marcharme fuera, sino porque estaba jugando muy poco", detalla.
En el Lanzarote disputó 11 encuentros, sólo tres de ellos como titular, sumando 374 minutos sobre el césped. "Terminé quemado y enfadado. Porque al final no sabía si era yo o la edad, pensaba que se me estaba acabando el fútbol". Cigala, como la mayoría de futbolistas de Tercera y Preferente, compagina los entrenamientos con la vida profesional. "Estoy trabajando de repartidor en una ferretería en Tías", desvela.
Por suerte, este año está volviendo a disfrutar del fútbol en el Unión Yaiza. "El técnico Juan Manuel Machín está teniendo confianza en mí, me está dando la oportunidad de jugar tanto en el centro del campo como de defensa", declaró. Aún así, Cigala prefiere jugar en la medular. "Se toca más balón, hay más actividad en el juego. Aunque la defensa es importante, pero prefiero jugar más arriba a quedarme atrás y no tocar balón", añade.
El año no está siendo cómodo, el Unión Yaiza está pasando por varios altibajos y lucha por alejarse de los puestos de descenso. "Lo bueno es que estamos siendo sólidos en defensa, encajando pocos goles. Tenemos problemas de cara al gol, nos cuesta meter más goles con lo cual para conseguir puntos tenemos que ser sólidos atrás", agrega.
El próximo rival de los conejeros es el Tacoronte. "Otro desplazamiento complicado", según el aruquense. "Es un rival directo, está al borde del descenso y los tres puntos son clave para ambos", señaló. Espera un partido intenso. "Irán a muerte desde el minuto uno. Es complicado jugar en campos como el de Tacoronte y tenemos que aguantar el tirón", dijo.
Cigala estudió para ser trabajador social, pero aún quiere seguir pateando el balón. "Llevo desde los 19 años, estuve 8 cursos en el Gáldar, luego uno en el Castillo, otro en Teror, en Guía dos temporadas y antes de marcharme a Lanzarote otras dos en Arucas", desglosa. Todo un elenco de equipos y una trayectoria envidiable en el fútbol canario. "Lo más duro eran los viajes en Tercera, porque se hacía muy duro ir, jugar y volver el mismo día. Y luego trabajar entre semana".
El centrocampista recuerda que en la época del Gáldar muchos desplazamientos se efectuaban en barco. "Aquello era lo peor, si la mar estaba mal el partido estaba medio perdido", resaltó. Por ese motivo, Cigala prefirió echar unos años en Preferente. "Aunque el juego es más agresivo, al no tener que viajar tanto todo es más fácil", explica.
La vida después del fútbol está cada vez más cerca para Cigala. "No sé si me quedan muchos años más", remarca. "Estas divisiones son muy duras, desgastan mucho y ya tengo una edad -34 años-, los de atrás llegan con hambre y uno tiene que ir pensando en hacerse a un lado". No sabe lo que le depara la vida después. "No descarto jugar en Preferente unos años más, pero en la vida van saliendo otras prioridades, se hace duro cuidarse tanto para estar al cien por cien en los partidos y rendir en tu trabajo", indica.
"Ya veremos lo que la vida me depara, muchas cosas pueden surgir", dice. Pero Cigala puede presumir de haber completado una carrera en el fútbol canario de mucho recorrido. "No me he hecho rico con este deporte, pero siempre tengo a alguien a quien saludar cuando llego a un campo u otro, y eso es muy bonito", sentencia.
