El Comité Nacional de Competición de la Real Federación Española de Balonmano ha decidido suspender el partido correspondiente a la 16ª jornada de la Liga Iberdrola entre el Canyamelar Valencia y el Rocasa Gran Canaria de este sábado 23 de febrero en tierras valencianas, y darlo por ganado al cuadro grancanario por el resultado de 0-10.

La razón es el impago por parte del equipo levantino de la cantidad de 11.025 euros en concepto de fondo arbitral por la organización de los partidos como local. El órgano federativo le había concedido al equipo peninsular un plazo de diez días para el abono del dinero adeudado.

Transcurrido el plazo, que expiró a las 23.59 horas del martes, sin haber cancelado la deuda reclamada, el Comité de Competición decidió suspender el partido y darlo por perdido al Canyamelar por un resultado adverso de 0-10, por lo que el Rocasa Gran Canaria suma dos puntos más.

Carlos Herrera, máximo responsable técnico del equipo teldense, entiende que "la suspensión no es lo que queríamos, porque deseábamos jugar y competir para que todos los equipos tengan las mismas posibilidades". "Creo que se podía haber solucionado de otra manera, aunque lógicamente hay que cumplir las normas", expone.

El preparador grancanario, no obstante, reconoce que "egoístamente nos viene bien no jugar el sábado para tener unos días más de descanso de cara a las dos semanas duras y exigentes que se avecinan en cuanto a partidos y viajes", pero insiste en que "no es lo que queríamos". "Deseo que la situación se arregle y se solucione lo antes posible para el rival", añade.