El Dimurol Libby's Haris tinerfeño será quien se enfrente esta tarde al CVB Barça en las semifinales de la Copa de la Reina, tras aguar la fiesta y dejar en la cuneta en el segundo encuentro de los cuartos de final al anfitrión IBSA CV CCO 7 Palmas, en un nuevo choque de rivalidad canaria.

El conjunto grancanario se había impuesto en la competición liguera a las tinerfeñas por 3-1, tomándose así la revancha las de David Martín, mucho más centradas y menos erráticas durante todo el encuentro.

Y es qué los errores y su apatía en ciertas fases del choque fueron la clave para que el IBSA acabara cediendo en tres claros sets y que ni siquiera el aliento de sus incondicionales sirviera para hacerles reaccionar ante un conjunto que estuvo muy bien comandado por la grancanaria Belly Nsunguimina, a su vez excelentemente secundada por la senegalesa Mame Diouf y las americanas Winters y Mims, además de la dirección escénica de su colocadora, Cristina Sanz.

El choque comenzó con un toma y daca en el que ninguno de los dos equipos se imponía con claridad, de forma que fueron sucediéndose los empates en el electrónico o una ligera ventaja de apenas dos tantos de uno u otro.

Pero tras el tanto número 13 de las locales (13-14 en el marcador), se produce una acción que pudo tener más incidencia en el juego de la que podría preveerse. Ésa acción fue la lesión de la central Lydia Alonso, que se produjo un esguince de tobillo tras chocar con una rival y debió abandonar el encuentro. La lesión trastocó los planes del técnico local, Danny López, y maniató a su equipo, que perdió todo su potencial tras la entrada de la central internacional juvenil Lucrecia Castellano.

Excesivos fallos en aspectos tan importantes como el saque y la recepción, además de flaquear en bloqueo y defensa, condenaron a un IBSA donde tan sólo sobresalían esporádicas acciones de la cubana Lisbet Arredondo -llamada a mayores empresas-, así como algunas otras de Saray Manzano o Sara Folgueira, tan espectaculares como poco efectivas ante la mala actuación general restante.

Si a esos fallos -inexplicables algunos- unimos la apatía en el juego, la floja dirección de Jacqueline de Souza y el gran nivel de juego de las tinerfeñas, pues la conclusión no es otra que el resultado final del choque, que deja fuera de su fiesta al anfitrión de esta nueva edición de la Copa de la Reina.

En el tercer set, buscando alternativas, Danny López hizo debutar a la norteamericana Kyle Zumach -jugó como opuesta y no como central-, pero su equipo no respondía y veía como una finta de la colocadora Cristina Sanz llevaba al electrónico un claro 8-12, con lo que el técnico decidió el regreso de Sara Folgueira.

El intento sólo fue retrasar un poco más la sentencia que desde mediado el primer set se veía venir a medida que iban desgranándose los minutos.

El Haris, con Belly Nsunguimina como estrella, mostró, por su parte, una cara totalmente distinta y mejorada a la que venía mostrando en las últimas jornadas ligueras y será un digno rival para el Barça en la segunda semifinal de hoy.

El IBSA, por su parte, debe centrarse en la liga y abandonar cuanto antes esa negativa dinámica de las últimas semanas.