Diego López competirá en los Mundiales de natación de aguas heladas, en la ciudad de Musmansk, Rusia. Tras ser el primer español en nadar en la Antártida, el grancanario participará del 14 al 17 de marzo en las aguas del Círculo Polar Ártico. Son los terceros mundiales que se celebran, después de Murmansk 2015 y Burghausen 2017, y tendrán especial importancia ya que el Comité Olímpico Internacional valorará la inclusión del deporte en las Olimpiadas de Invierno de Beijing 2022.
España lleva por primera vez dos nadadores, Mario Fernández (Navia, 1979) y Diego López (Las Palmas de G.C., 1981), que se clasificaron al nadar el kilómetro helado en pruebas oficiales en Eslovenia y la Antártida, respectivamente, y que esperan hacer un buen papel frente a competidores más experimentados como los rusos, búlgaros, holandeses, polacos y sudafricanos, entre otros. Ambos nadadores competirán en los 500 libres (viernes 15), 1.000 libres o kilómetro helado (sábado 16) y en los 50 libres (domingo 17). Se compite en una piscina excavada en un lago helado, por lo que el agua se espera a 0 grados.
López, del barrio de Vegueta, comenzó a muy temprana edad a nadar. "Como muchos capitalinos comencé en el Julio Navarro con tres años", rememoró. Creció y compitió con el Club Natación Las Palmas en regionales y nacionales hasta que en el 2000 se marchó a estudiar fuera y dejó la natación competitiva.
Estudió en Madrid, Milán y Londres, donde continuó haciendo largos en los equipo universitarios. Después, por trabajo y tras pasar por varios países, terminó en Hong Kong, donde se inició en las aguas abiertas en el 2011. "Gracias a un equipo australiano me aficioné a las aguas abiertas, y seguí practicándolo en distintos países", señaló.
En 2016 se trasladó a Nueva York, donde reside en la actualidad. "Entonces me propuse retos nuevos, como la vuelta a Manhattan o el canal de La Mancha", detalló. López se hizo nadador de aguas heladas por necesidad. En su búsqueda de nuevos retos se fijo el de nadar en los siete continentes. "En algún momento tendría que nadar en hielo", dijo, "con lo cual comencé a informarme de la natación en aguas heladas y descubrí el mundo que hay detrás".
A día de hoy, López ha participado en travesías en más de 20 países. "Habiendo nadado en los siete continentes ya no se me hace raro ningún sitio, pero el más especial sin duda fue la Antártida", resaltó el nadador. Porque hasta noviembre del año pasado tan sólo 10 personas habían nadado un kilómetro sin neopreno en el Polo Sur. A día de hoy son 23 y López fue el primer español en hacerlo. "Fue una experiencia increíble. Ir a nadar a la Antártida es como ir a la Luna", describió.
Aquella experiencia marcó su vida. "Fue un viaje a un paraje inhóspito. Meterse en aquellas aguas fue especial. Nadé con pingüinos y tocabas icebergs con las manos". López no sabe si tendrá la oportunidad de volver a la Antártida pero tiene otros retos. "Para este año sin duda son los mundiales". Por ello ya ha entrenado en las aguas heladas de Vermont (Estado de EEUU) y no descarta cruzar otro canal. "Después de cruzar La Mancha y Catalina intentaré hacer otro nado de larga distancia, mi especialidad".
El grancanario residen en la actualidad en Nueva York, donde trabaja como consultor independiente de inversiones. Compatibiliza su vida profesional con su pasión. Este aventurero, capaz de nadar más de 1.000 metros en aguas heladas abiertas, se seguirá marcando retos. "Este año quiero nadar la milla helada en Nueva York, cosa que ningún español ha hecho", subrayó.
