El Rocasa Gran Canaria sufrió hasta el último segundo para tumbar al HC Gomel en la tanda de penaltis y meterse, por tercer año de los últimos cuatro, en una semifinal continental, la de la EHF Challenge Cup.

El equipo bielorruso fue capaz de mandar el partido a los penaltis tras remontar los seis goles que traía de desventaja del choque de ida al final de los 60 minutos (24-18), pero en las penas máximas decidió el mayor acierto de las teldenses y la inspiración de su portera Silvia Navarro, omnipresente.

El Rocasa no se dejó amedrentar por el encuentro físico que planteó su rival y aguantó el tipo en los primeros diez minutos, con parciales igualados que le permitían conservar la renta con la que viajó a Bielorrusia.

Los goles de Sayna Mbengue (2) y Haridian Rodríguez (3) en las insulares contrarrestaban el gran arranque de Golubeva, quien anotaría cuatro de los primeros ocho tantos del HC Gomel (5-5).

A pesar de que las locales se cargaban de tarjetas amarillas, un apretón en ataque les devolvió la posibilidad de remontar la eliminatoria con un rápido parcial de 3-0 (8-5).

Pero el Rocasa, un equipo corajudo, reaccionó al momento (8-8). El partido era trepidante y las fases de buen juego se alternaban.

Dos goles del HC Gomel estiraban el marcador hasta un 11-9 preocupante para el equipo grancanario. Hasta que apareció Silvia Navarro. Tres grandes paradas de la internacional valenciana y un gol desde su propia portería volteaban el marcador al descanso (11-12).

En la reanudación, el cuadro local volvió a endurecer el partido, pero Shamanouskaya vio la segunda exclusión, mientras Sayna Mbengue mostraba un notable 5 de 10 en lanzamientos de campo.

En el HC Gomel, Kotsina tomaba el testigo goleador de Golubeva, pero el Rocasa seguía mandando en el marcador (14-15).

Un tiempo muerto local sirvió para ponerse las pilas y recuperar la ventaja con una buena defensa y un ataque liderado, de nuevo, por Golubeva (19-17).

Un paradón de Navarro mantenía a raya al HC Gomel, pero el desacierto visitante en ataque y un puñado de buenas transiciones y acciones en estático del anfitrión elevaban la ventaja hasta un peligroso e inquietante 23-18 con todavía seis minutos por jugar.

El Rocasa atravesaba el momento más delicado de la eliminatoria. El cuadro bielorruso exhibía una eficacia en el lanzamiento del 56 % por el 42% de su rival, que desperdició dos siete metros.

Una desafortunada exclusión de Haridian Rodríguez servía en bandeja el gol bielorruso y el empate total en la eliminatoria (24-18). Se avecinaba un final de infarto, y tras el tiempo muerto de Carlos Herrera y con 1.18 por jugarse, el marcador no se movería más. Luego, en los penaltis, surgía de nuevo la figura de Silvia Navarro y pase a semis.