El partido del pasado domingo entre el Unión Puerto y el San Fernando dejó algo más que una victoria para los del sur de Gran Canaria (1-2), y no precisamente agradable. El árbitro tinerfeño Daniel Clemente reflejó en el acta una serie de insultos racistas a Brayan, futbolista del Sanfer, por parte de un pequeño sector de la grada. Esa constatación, sin embargo, contrasta en buena parte con las versiones de ambos clubes e incluso la del propio jugador. Según las mismas, el colegiado fue el único que escuchó algunos de los improperios que señaló.

En un párrafo, Clemente escribió lo que sigue: “insultos racistas. En el minuto 84 el juego fue detenido debido a que, desde la banda opuesta a los vestuarios, se profirieron expresiones tales como 'negro de mierda, Wakaso, vete ya de aquí' o 'qué vas a hacer tu aquí, maricón', hacia el jugador número 16 Brayan Stiven Ibarguen Fajardo, del club UD San Fernando. Se procedió a advertirle dicha situación al delegado de campo, que a continuación avisó por la megafonía para que cesaran dichos comentarios, pudiendo continuar el partido sin más incidencias”.

Pepe Santana, delegado del Unión Puerto, equipo representativo de la capital de Fuerteventura, niega que los hecho ocurrieran tal y como dice el árbitro. “Hay un problema y es que esos insultos no existieron. El árbitro, primero, miente en el acta diciendo que paró el partido durante algunos minutos, cosa que no pasó. Segundo, el linier fue el que se acercó al delegado de campo para decirle que transmitiera el mensaje por megafonía, no el árbitro”, sostiene.

Pero el club capitalino se agarra sobre todo a lo que los propios miembros del San Fernando le dicen. “El delegado, Tomás Alfonso, nos dijo que el jugador le había dicho que nunca escuchó nada de racismo, que la única expresión que escuchó fue 'venga Wakaso -futbolista de raza negra que jugó en la UD Las Palmas y ahora milita en el Alavés-'. No hubo más nada”, asegura.

Esa versión, además, la corrobora Santi Hidalgo, director deportivo de la entidad grancanaria y exportero del equipo hasta la temporada pasada. “El jugador me dijo nada más acabar el partido que le habían dicho Wakaso. Lo otro no lo escuchó. Lo habrá escuchado el árbitro y por eso lo puso en el acta. El jugador, en ningún momento, me dijo que le habían llamado 'negro de mierda'. Sí me confirmó lo que yo había escuchado, que le habían llamado 'Wakaso”, sentencia.

Brayan, por su parte, afirma que lo que ocurrió fue “lo que puso el árbitro, más o menos. Algo así fue, yo no lo escuché muy bien”. Lo que sí tiene claro es que “fue una minoría, no muchas personas, sólo un grupo que había ahí”. “No le doy mucha importancia porque al fin y al cabo ya te acabas acostumbrando. Es triste, pero bueno, hay gente ignorante. Yo los ignoro”, comenta.

El delegado del Unión Puerto, preguntado por la posibilidad de que el colegiado pudiera haber escuchado los comentarios que reflejó en el acta, a pesar de que ni él ni ningún miembro del San Fernando los escuchara, insiste en que la versión más fiable es la del propio jugador. Y añade: “El delegado -del Sanfer- me dijo que sus propios compañeros le dicen negro. Puede ser que algún compañero le dijera 'negro' y que el árbitro creyera que fue un espectador, que en ese momento podría haber estado diciendo 'vete a la mierda', que también puede ser. Yo no le encuentro otra explicación”.

Para reforzar su teoría, Santana sentencia: “Mi mujer estaba en esa grada y me asegura que lo único que se dijo fue 'Wakaso', nunca 'negro de mierda'. En cualquier caso, tal improperio, según el director deportivo del San Fernando, Santi Hidalgo, se había proferido antes del minuto 84, cuando lo detectó el colegiado tinerfeño. “Yo escuché lo de Wakaso sobre el minuto 20-25 de la segunda parte, mientras Bryan calentaba en la banda antes de entrar”. “Fue lo único que escuché, lo demás es cosa del árbitro”, insiste.

Brayan Ibarguen, colombiano, mediocentro defensivo y de 21 años, asegura que no es la primera vez que ha recibido mofas o insultos por el color de su piel. “También me ha pasado cuando era más pequeño”, recuerda. Formado en la cantera del Huracán, llegó al San Fernando el verano pasado tras jugar una temporada en el Panadería Pulido San Mateo. Asegura que cuando le menosprecian desde la grada se le pasa por la cabeza irse del campo. Por eso, lanza un mensaje a todos los que acuden a ver un partido de fútbol: “Que disfruten del partido, que todos somos iguales”.