La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gellberg, la reina del tapiz

La luchadora grancanaria se prepara en la Isla para sus próximos torneos internacionales

La joven Virginia Gellberg, campeona de España en lucha libre, sigue entrenando en vacaciones para preparar sus próximos campeonatos internacionales. juan castro

La joven grancanaria Virginia Gellberg aspira a llegar a lo más alto. "Como toda atleta de un deporte olímpico sueño con participar en unos Juegos Olímpicos". De esta manera la luchadora de 17 años muestra su ambición y su pasión por la lucha libre. "Las mujeres no hacemos grecorromana, que se espera sea implantada en los juegos de Tokyo 2020", explica. Desde el pasado septiembre Gellberg entrena y estudia en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Madrid.

Todo empezó cuando tenía ocho años. "Una vecina practicaba la lucha libre, fui a practicar un día y ya me quedé hasta hoy día", reconoce. Para llegar al CAR ha pasado por varias fases, pero la pasión por su deporte solo ha ido creciendo. "En el colegio oía todo tipo de comentarios, desde que es un deporte de hombres o que era una 'machona' y no llegaría a nada". Sus maneras de luchadora intimidaban a sus compañeros de clase. "Se metían conmigo hasta un punto, pero siempre soltaban cosillas sobre las orejas o cosas así".

Pero Gellberg no desistió y persiguió sus sueños. Es campeona de España desde 2015 siempre en su categoría y peso. "Desde que compito a nivel nacional me ha ido muy bien", reconoce. Y es que cada año ha revalidado su trono. "Desde 2015, que gané en escolar de 62 kilos, he repetido en la categoría de mi edad y peso todos lo años", subraya. De esta manera, Gellberg suma cinco campeonatos de España, el último el pasado mes de marzo, cuando logró el oro en cadete, su edad, y quedó subcampeona en junior.

Gellberg sigue creciendo. Ahora, con 17 años, se entrena en el CAR. "Le dedico a la lucha libre unas cuatro horas al día y estudio otras cinco". Al principio le costó separarse de su familia para seguir entrenando lejos de casa. "Las primeras semanas fueron duras, ahora ya tengo amistades y me he adaptado a mi vida allí, aunque siempre echo de menos a la familia", detalla. La grancanaria revela que su madre es quien peor lo lleva. "Al final es ella quien me echa en falta todos los días".

En el centro comparte su rutina con otras ocho luchadoras. "También hay externos que entrenan con nosotras, pero internos somos ocho chicas que entrenamos y estudiamos juntas". Debido a la lejanía de las Islas, Gellberg siempre que tiene días libres se marcha a Valencia. "Me llevo muy bien con la luchadora Cristina Andújar y los fines de semana suelo ir con ella a ver a su familia", explica Gellberg.

Los europeos siguen siendo el objetivo de la grancanaria. "Hace dos años quedé séptima y en 2018 no pude participar por una lesión". Este año son en junio y Gellberg quiere hacer buenos papeles en los internacionales de Rumanía para poder entrar en el europeo. "Hay que ir paso a paso, si quiero seguir creciendo como deportista no puedo pensar en los Juegos Olímpicos, sino en mis objetivos más próximos para seguir escalando", expone.

Gellberg es muy exigente consigo misma. "Me gusta entrenar tanto con chicos como con chicas. Al final son dos estilos de pelear diferentes, pero hay que intentar ser bueno en ambos. Personalmente disfruto más luchando y derrotando a un hombre que a una mujer", revela la joven, que estos días se ha preparado para los torneos en el terrero de Lomo Los Frailes.

Siempre que vuelve sigue entrenando. "He dejado mi vida de ocio un poco de lado, pero me apasiona lo que hago", asegura. Gellberg apenas tiene amigas que compartan su afición de la lucha en Canarias. "Falta que las instituciones apoyen más a los deportes minoritarios, no solo la lucha libre", manifiesta. La joven espera seguir cogiendo experiencia para mejorar su rendimiento en el tapiz. "Cuanto más luchas haces, menos nervios tienes", sentencia Gellberg.

Compartir el artículo

stats