La cuenta pendiente del Femarguín. Del Rayco a las Águilas Verdes. Sepultar la maldición de los diecisiete años y vengar a dos generaciones del fútbol grancanario. El club sureño tiene mañana una cita -11.00 horas, Municipal de Arguineguín y televisado por TVC- con la historia negra y la épica. Salvo las dos campañas de la UD Las Palmas en la Superliga Femenina (fueron invitadas por la Real Federación Española de Fútbol), el extinto Rayco y Arguineguín encadenan diecisiete liguillas sin la gloria del ascenso. Llega la 18ª ocasión -ver cuadro de la derecha-, ante el Dépor Abanca.

Las pupilas del preparador José del Toro deben remontar el 2-0 de la ida en la bombonera amarilla. Tras conquistar el título de la Segunda Categoría Grupo IV y el Autonómico, llega la hora de la verad. Noventa minutos de pasión y locura en el horno de la Águilas.

En 2002, arrancó la pesadilla. El Rayco de Tamaraceite superó la fase de ascenso a lo campeón, pero fue arrollado por el Leioa. Ante los ojos del mítico Íribar y Valverde, el bloque vasco pasaba a denominarse Athletic Club de Bilbao y conquistaba la Superliga en su primer intento (2003). Rayo Vallecano (2003), Barcelona (2004), Transportes Alcaine de Zaragoza (2005), Sporting de Huelva (2006) y el L'Startit de Marigol (2007) dejaron a las Desirée, Paula Alonso, Mana, Almudena, Rocío o Davinia sin tocar el Olimpo del balón.

Árbitra neutral

Técnicos como Armas, Manolo Santana -fallecido- o Sindo Santacruz fueron devorados por la maldición. Ahora le toca a Del Toro que se estrena en un duelo de este calibre de local. Desde 2008, no hay rival en en Gran Canaria. El Femarguín ha conquistado la Segunda de forma aplastante, salvo en la 2018-19, que se decidió en el Alfonso Silva ante un Viera combativo. Hubo lágrimas.

Málaga y Lagunak (2008), Sevilla (2012 y 2017) -en dos ocasiones-, Olivo (2015), Betis (2016) y de nuevo las malacitanas (2017) dejaron al Femarguín sin recompensa. Micky Sánchez, presidente y alma del proyecto, es el escudo de las Águilas. Fiel devoto de un milagro que se fundamenta en el instinto de Zaira y la experiencia de Chami. A cinco euros la entrada, el público luce un rol clave.

Desde las 11.00 y con el arbitraje de la madrileña Alicia Espinosa -el club deportivista ha solicitado juez neutral y asume los gastos-, las Águilas exigen venganza. Por veinte años de lágrimas. La legión de Eli y Zaira contra la leyenda negra. Con Aco bajo palos, los milagros existen. Noventa minutos son una vida en la bombonera.