Niki Lauda, el tricampeón mundial de la Fórmula 1 y considerado uno de los mejores pilotos, ha muerto este lunes a los 70 años. El austriaco, quien fue hospitalizado en enero durante aproximadamente 10 días debido a que sufría de gripe, había recibido un trasplante de pulmón en agosto de 2018.

El 1 de agosto de 1976 sufrió el mayor revés de su carrera deportiva y de su vida personal, al ser víctima de uno de los accidentes más recordados en la historia de la Fórmula 1.

Lauda sufrió en el Gran Premio de Alemania, que se corría entonces en el temido circuito del Nürburgring, graves quemaduras en la cara y en el cuerpo.

A pesar del dramatismo del accidente y la gravedad de sus lesiones, sobre todo en la cara y cabeza, el corredor volvió a competir seis semanas más tarde y solo un año después se proclamó por segunda vez campeón de Fórmula 1 con Ferrari.