La base del Rocasa Gran Canaria está compuesta por jugadoras de la tierra, algo que se ve repasando su plantilla y el número de minutos que acumulan en cada partido mujeres como María González, Mela Falcón, Tiddara Trojaola o Haridian Rodríguez. Sin embargo, el plus que aportan las jugadoras que llegan desde más allá de las Islas es clave también para la progresión del Rocasa en los últimos años.
Dos de estas jugadoras son la argentina Manuela Pizzo y la croata Slavica Schuster. Ambas jugadoras suman su segundo año en Gran Canaria y mañana vivirán el último partido en la Isla que puede tener un epílogo glorioso. "Han sido dos años muy positivos. El año pasado 'solo' ganamos la Supercopa porque tuvimos un bache serio en enero y febrero, pero estábamos con muchos frentes abiertos. Así que con ganas de cerrar de la menor manera posible los dos años que estuve acá", resume la internacional argentina, olímpica en los Juegos de Río 2016.
Un punto final en Gran Canaria redondo con el que también sueña Slavica Schuster. La central croata resume en una palabra lo que han sido estos dos cursos aquí. Esa palabra es "trabajo". "Fueron dos temporadas muy buenas. En la primera, conseguimos el título de la Supercopa, más llegar a la final de la Challenge Cup. Este año pudimos ganar la competición europea y ojalá podamos ganar la liga española. Si consigo tres títulos en estos dos años sería increíble. Creo que es el mejor momento para dar las gracias, ya que será mi ultimo partido después de dos años aquí", explica Schuster en un perfecto español.
La balcánica asegura que más allá de los títulos, se queda con las "muchas y muy buenas compañeras y amigas" que se lleva para siempre. "No es un equipo normal, estamos en una Isla y es otro mundo. Viajamos más que nadie y hemos pasado muchas horas juntas", explica.
En esa misma línea se mueve Pizzo. La lateral bonaerense no quiere especular. "Hay que salir a ganar el partido, no cambiar nada de lo que hemos hecho de aquí para atrás esta temporada. Lo primero, ser fuertes en defensa porque eso le pone las cosas más fáciles a Silvia [Navarro] detrás. Y después, a correr. Estar bien sólidas en defensa y correr para manejar el ataque, donde quizá somos menos eficientes", agrega Pizzo, que la semana pasada protagonizó una de las contraportadas del diario deportivo argentino Olé después de la consecución de la Challenge Cup. "Estuvo buenísimo. No suelen meter 'handball' nunca en ese diario, salimos Simonet y yo [se ríe]. Resulta que fui la primera argentina en ganar un título europeo. Yo ni lo sabía, así que muy orgullosa de hacerlo aquí", relata.
Schuster tiene claro que el equipo merece el título de la Liga Guerreras Iberdrola, simplemente, por una cuestión de "trabajo de años". "Me he imaginado que ganamos la Liga muchas veces, viendo cómo juegan y entrenan las compañeras. Desde el primer día que estuve aquí quise hacer historia para el club, para ganar la Liga que es lo que les falta", añade la croata, que también pone el valor de cantera del Rocasa. "El club tiene mucho futuro. Veo las niñas entrenando todos los días y me encanta", reconoce.
El trabajo de cantera del club es algo que también alaba Pizzo. "Apuestan mucho por ellas y se ve en el primer equipo. El club debe seguir así, apostando por el mismo modo que le ha llevado a tener éxito en estas últimas temporadas", sentencia.
