Los dueños del Peñón y la tentación de la Champions. Víctor Afonso, técnico del Lincoln Red Imps Football Club, campeón de la Primera de Gibraltar, y Héctor Figueroa, delantero y rostro franquicia, ultiman los detalles de la eliminatoria preliminar de la máxima cita continental. El 11 de junio es el sorteo en Zúrich (Suiza) y a los de Afonso y Figueroa les puede tocar en la primera criba el campeón de San Marino (Tre Fiori) o el representante de Kosovo (Klubi Feronikeli). Es a partido único, a finales de junio, en el citado país de los Balcanes.
Superar esta frontera tiene premio: disputar la eliminatoria previa a doble partido. Rivales como el Celtic de Glasgow -que ya se midió al Lincoln hace años- podrían ser enemigos de alcurnia. Entran en esta fase los 33 campeones desde el coeficiente 21.750 -Israel, Rumanía, Polonia, Suecia, Serbia, Escocia, Finlandia, Islandia o Bulgaria figuran en esta categoría-.
Afonso logró tres ascensos con la UD tras completar 285 partidos de amarillo. Tomó las riendas del filial y lo llevó a la disputa de una fase de ascenso a Segunda -techo histórico-. Pasó por el banquillo del Atlético B y se empachó de la filosofía cholista. En diciembre, tras dos años en paro, se subió al galeón gibraltareño. "Marcamos una forma de jugar,los partidos eran de ida y vuelta. Había mucha contra y desequilibrio, numerosas pérdidas de balón", detalla.
Abrazó el esférico. "Todo era una moneda al aire. Impusimos el balón, la posesión. Llegó el título pero tenemos que mejorar las instalaciones". Nueve triunfos consecutivos allanaron el camino.
Primer entorchado y en el horizonte: la previa de la Liga de Campeones. "Viene lo más bonito (...) Lo máximo en esta institución fue medirse al Celtic. Ahora hay una preliminar contra el campeón de Kosovo, Andorra o San Marino. El que pase, se mete de lleno en la previa. Si caemos, jugaríamos la Liga Europa".
Confirma la idea de "renovar dos años más. Quiero mejorar y tener continuidad. En dos meses tendremos un campo nuevo". El fichaje de Figueroa fue idea suya. Coincidió con el exatacante de Las Palmas -firmó veinte partidos con la UD- en la vela chica amarilla en Segunda B. "Es de los mejores, también contamos con el tinerfeño Giovanni (...) Hay una norma, tienes que poner a cuatro jugadores locales".
Disfruta de implantar su sello en el Peñón. "En el Atlético B estaba ilusionado y me fui de la UD con una pena muy grande.Me marché obligado. Luego vino la experiencia de trabajar con Simeone. Pero jugar la previa de la Champions es gratificante".Nueva hornada y el pistolero
Afonso pide paso. Se suma a los Jero,Socorro, Ángel Sánchez, Camacho...Ya todo no es Pacuco o Juan Manuel Rodríguez. "Los que ha nombrado fueron importantes, lo que ha hecho Juan Manuel es difícil de lograr. Tiene mérito. Ahí están los Chus, Pachi, Robaina, Socorro...Falta que les den oportunidades y confianza (...) El preparador de porteros Ernesto García se va a medio mundo, de Cuba a Costa Rica, y no se le brinda esa oportunidad".
Habla de la UD desde el corazón: "El club ha cambiado su manera de hacer las cosas. Siempre estaré unido de forma sentimental. Otra cosa es a nivel profesional; quiero llevar al Lincoln a la previa o la Europa League. El el fútbol cambia cada minuto, no sé qué haré en cinco años. Tengo tres ascensos de jugador y será cuestión de esperar mi momento".
Por su parte, Héctor Figueroa descansa en el sur de Gran Canaria. Etiqueta su corona con el Lincoln de "gran experiencia".
"Como ganar un título es muy difícil en España, valoras este campeonato. Y es el más igualado de los últimos años, ya que era una final contra el Europa .Juegas una previa y tienes la oportunidad de ir pasando poco a poco. Estar en una ronda de Copa de Europa es algo de lo que pocos equipos y jugadores pueden presumir".
El futuro del pistolero -militó en el Villa, Huesca, Ponferradina, Toledo o Burgos- es una incógnita. "Tengo contrato hasta el 30 de junio. Jugaré la preliminar de Champions y hablaremos.Me gustaría volver a un proyecto de Segunda B o jugar en el extranjero". Trabajar con Afonso es un lujo: "Siempre que ha tenido la oportunidad me ha llamado, eso dice mucho. Fue bonito volver a trabajar después de la última temporada en Segunda B.Fue el entrenador que más confianza me dio y más rendimiento me sacó".
Analiza el desplome de la UD: "Después de un descenso es muy difícil hacerlo bien. La afición viene quemada y no pudo se ni conseguir el objetivo mínimo, es un fracaso. Se han levantado de episodios peores, tanto la UD como su afición. Los de la casa siempre están ahí, lo vemos cada año".
