Si el Cádiz B está en la final de la promoción de ascenso a Segunda B es, en gran parte, por culpa de Seth Vega (Las Palmas de Gran Canaria, 1998). El delantero grancanario, una de las grandes referencias del filial cadista, puso a su equipo en la la última eliminatoria del ascenso con un gol en la prórroga frente al Numancia B. Solo quedaban diez minutos de partido cuando el ariete canario encontró un balón suelto en el área pequeña para poner el 1-0 y colocar al Cádiz B en la final del playoff.

La mano inocente de Julen Guerrero quiso que Seth Vega y su Cádiz B sean el último escollo del Unión Viera en su pelea por pisar por primera vez la categoría de bronce del fútbol español. Y es que el ariete grancanario, que pasó por la cantera del club de Schamann, es una de las mayores amenazas del cuadro cadista.

Al Unión Viera, después de acabar con dos equipos con aspiraciones de ascenso como el Caudal Deportivo y el Lorca Deportiva, le vuelve a tocar en el sorteo un equipo hecho para ascender. El Cádiz B, campeón del Grupo 10 -correspondiente a Andalucía Oriental y Ceuta-, se quedó a las puertas de subir el curso pasado y este año quiere completar su objetivo.

Con 83 puntos en 42 partidos (23 victorias, 14 empates y 5 derrotas), el Cádiz fue campeón de grupo. En la eliminatoria de ascenso entre líderes, el filial cadista sucumbió frente a otro filial: el Osasuna B (1-4 en el global). Empezó entonces el camino largo a por la Segunda B con una victoria ajustada contra otro 'B', el del Numancia. Un duelo que solo resolvió en la prórroga del segundo asalto tras el 0-0 de la ida.

De Manu Vallejo al futuro

El pasado curso, el Cádiz perdió la eliminatoria de campeones frente al Teruel, acabó con el Alavés B, pero se estampó en la final con el Ejea de los Caballeros. Todo con hombres de peso que acabaron en el primer equipo cadista, como Manu Vallejo, traspasado al Valencia y actualmente concentrado con la selección española sub 21.

Este verano, el Cádiz B consiguió mantener gran parte de su equipo. Quien no continuó fue su técnico, Baldomero Hermoso 'Mere', que salió rumbo al Fuenlabrada de Segunda B para lograr una gesta histórica: colocar al club madrileño en LaLiga 1|2|3. La dirección deportiva del Cádiz colocó al frente del filial a Juanma Pavón que volvió a hacer campeón de su grupo al equipo.

Por encima de individualidades, el gran sentido del Cádiz B es el bloque que ha conformado Pavón. Sin embargo, el gran lastre que acumula a estas alturas del año son los minutos que tienen varios jugadores importantes del equipo -por encima de los 3.000-.

Que el Cádiz B es un bloque lo dicen también sus números: solo 18 goles en contra en 42 jornadas. La capacidad defensiva del equipo gatinado es una realidad, como también lo es la suficiencia que tiene para rentabilizar sus tantos (48). En la portería, Cristian Arco es un fijo, consolidado desde el pasado verano, cuando llegó a Cádiz con el objetivo de reforzar al filial.

El cuadro gaditano juega sus partidos como local en césped natural, en las instalaciones de la ciudad deportiva cadista. En el club, el ascenso del filial es una prioridad. Y es que muchos de los jugadores se encuentran, por edad, al borde de cerrar la etapa en la entidad.