La sonrisa de Andrea Sánchez Falcón le delata. "Con el tiempo lo iremos valorando más, se ha visto el progreso que tenemos", resume la internacional de Arucas, recién aterrizada en el Aeropuerto de Gran Canaria. Lo hace mientras su familia, después de repartirle besos y abrazos, le espera pacientemente. Le miran con orgullo todos: su madre Elena, sus abuelos Antonio y Milagros. Pero por encima de todos, Alexandra, su hermana, que tira fotos con un móvil donde Andrea, con la camiseta del Atlético de Madrid, es la protagonista de la carcasa protectora del aparato. Alexandra, portera del Femarguín, tiene a su ídolo en casa.

"Estamos fastidiadas por el resultado porque merecimos más. Todo el equipo y toda España lo sabe. No se nos puede reprochar nada. Preferíamos estar en Francia, pero con el tiempo lo valoraremos más y veremos el progreso que hemos tenido", ahonda la jugadora del Atlético de Madrid. La derrota en octavos ante Estados Unidos (2-1), el gran favorito para levantar al Mundial 2019, aún está fresca, pero en el corazón de la selección hay un sentimiento: es la confirmación de que el fútbol femenino en España ha dado el salto definitivo.

"Se le jugó de tú a tú a las mejores. Salimos a ganar ese partido cuando cualquier otro se hubiera encerrado atrás, a esperar a por el resultado. Creo que se vio en el partido", reflexiona Falcón, que el lunes en Reims firmó los últimos 15 minutos del encuentro, cuando el partido se puso justo cuesta arriba para España, tras el segundo penalti que anotaron las norteamericanas. "Es un factor del juego, ya no podemos hacer nada. Lo vives mal, con esa incertidumbre que da el VAR, si se pita o si no. Paños lo adivina, pero no llega a pararlo... Te duele por ser de esta manera porque estuvimos a su nivel e incluso dominamos por momentos", sentencia la grancanaria.

La aruquense de 22 años, que acaba de finalizar sus estudios de Psicología, no olvidará el momento en el que Jorge Vilda, seleccionador nacional, la señaló para saltar al campo frente a Estados Unidos. "Tienes que salir, tienes que correr y darlo todo. Es un momento donde te puede más la fuerza y la rabia que todo lo demás. Es algo inolvidable lo que he vivido en este Mundial. Nos pasará a todas. Lo recordaremos como algo increíble, haber tenido la oportunidad de disputar mis minutos... Todo esto te empuja a intentar seguir creciendo", confiesa.

Sin conformismo

Sin conformismo

Porque si algo rebosa en Andrea Falcón es un lema: el conformismo no existe. "Este es el camino a seguir para poder seguir creciendo. Nos sentimos agradecidas por el apoyo de todo el mundo, por el seguimiento de los medios de comunicación, que nos han dado visibilidad. Gracias a toda la gente que nos ha seguido y apoyado desde aquí. Ojalá esto siga así y sigamos creciendo. No nos vamos a conformar con lo que hemos hecho", agrega. España, que en su única participación previa en un Mundial no había logrado ganar, lo hizo en Francia. Solo los dos penaltis ante el mejor combinado del planeta le hizo salir del Mundial.

La aruquense de 22 años, que acaba de finalizar sus estudios de Psicología, no olvidará el momento en el que Jorge Vilda, seleccionador nacional, la señaló para saltar al campo frente a Estados Unidos. "Tienes que salir, tienes que correr y darlo todo. Es un momento donde te puede más la fuerza y la rabia que todo lo demás. Es algo inolvidable lo que he vivido en este Mundial. Nos pasará a todas. Lo recordaremos como algo increíble, haber tenido la oportunidad de disputar mis minutos... Todo esto te empuja a intentar seguir creciendo", confiesa.

Una evolución en positivo que ella misma ha notado en primera persona. "Hoy en día tenemos más facilidades para todo. Tenemos un cuerpo técnico especializado, analistas, psicólogos... Todo son facilidades. Vamos creciendo son pasos adelante. Incluso a veces te paran por la calle porque te reconocen. Esto va creciendo y lo notamos, ojalá pueda seguir así y no pare. Seguiremos trabajando para que esto continúe", contesta Falcón. En su mente, ahora mismo, descansar en su Arucas natal antes de empezar otro curso de nuevos retos.