"Hay una norma principal: no lesionarse". Con esa frase, Antonio Moreno, presidente y fundador del Rocasa Gran Canaria, cortó con una sonrisa la primera charla que le cayó al equipo de Las Remudas en esta pretemporada. Una fase previa a la competición que comenzó ayer para el vigente campeón de la Liga Guerreras Iberdrola y la EHF Challenge Cup. Un pasado que no se olvida, que aún está demasiado vivo como para dejar de latir, pero que también deja paso a nuevos retos para la entidad.
"Es imposible olvidarlo, pero es cierto que empieza una temporada nueva, donde hay que arrancar desde cero y empezar de la mejor forma. Lo que sí tenemos que hacer es lo mismo de siempre: estar con los pies en el suelo", puntualizó María González, capitana del Rocasa. El equipo ha vivido una renovación amplia en su vestuario. En total, Carlos Herrera, técnico del club, posee cinco caras nuevas en su catálogo esta campaña: la polaca Kinga Gutkowska, la internacional juvenil española Alba Spugnini, la portera Ana Palomino, la serbia Katarina Tanaskovic y la internacional nacional Paula Valdivia -ausente ayer junto a Sayna Mbengue, concentradas con la Real Federación Española de Balonmano-.
"Es importantísimo que logremos integrarlas a todas cuanto antes. Con las extranjeras tenemos la barrera del idioma, pero sabemos cuál es el trabajo que tenemos que hacer fuera de la cancha para que se sientan una más cuanto antes. Si ellas están en la cancha cómoda, lo estarán cuando jueguen. Son muchas caras nuevas y cuanto antes funcionemos como grupo, antes llegarán los resultados", auguró la central tinerfeña.
Uno de esos rostros nuevos en el Rocasa es el de la prometedora pivote Alba Spugnini. La jugadora tinerfeña, que llega procedente del Tejina, llega "con mucha ilusión" para esta campaña. "Para mí el Rocasa es el mejor equipo que hay de la Liga. Además está al lado de casa, vamos a jugar la previa de la Champions League... No me lo pensé demasiado", admite la tinerfeña, "un poco nerviosa", en su primer día de 'clase'. "Sé que va a ser un continuo aprendizaje", agregó.
Si hay alguien que ya no se pone nerviosa es Mela Falcón. En su casa, suma otra temporada más en el primer equipo del club "con ese 'gusanillo' por empezar a entrenar, a volver a competir". "Te va entrando el 'mono' cuando llega el final de julio. Es verdad que va a ser un comienzo duro porque prácticamente es físico, pero estamos muy contentas por volver", resume. Un regreso que tendrá su primer día oficial en la Supercopa de España ante el Bera Bera el próximo 31 de agosto. "Hemos empezado antes justo por el título que está en juego, después la previa de Champions y nos vienen jornadas entre semana", añadió la extremo teldense.
En esta primera sesión, donde tampoco estuvo la cubana Lisandra Lussón -con su selección en pleno Panamericano-, sí estuvo presente Haridian Rodríguez. La pivote pasó este verano por el quirófano para poner a punto su rodilla. "Los médicos me han dicho que voy muy bien, que estoy acortando pasos. La rehabilitadora, lo mismo. He estado trabajando sin nada de dolor. Las sensaciones son muy buenas", concretó Rodríguez, que jugó todo el tramo final del curso pasado "con dolores".
Al frente de todo, Carlos Herrera, que vivirá su segunda campaña como jefe del banquillo en el Rocasa. "El objetivo es competir cada entrenamiento como un día más. Eso es lo primero; después los resultados nos ponen en nuestro sitio", añadió el preparador de Las Remudas, que ve "positivo" llegar con un listón tan alto. "Somos un equipo familiar. En poco tiempo deberíamos estar juntas", admitió Herrera, que vaticina un "curso competidísimo en todas las competiciones". "Nunca se sabe cómo pueden salir las cosas, pero vamos con todo", concluyó.
