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Campeonas en la arena

El club grancanario CVP Net 7 consigue una agónica victoria en la final del Campeonato de España en la categoría cadete ante el CV Manacor

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CVP Net 7, campeón de España cadete de voley-playa

En la arena de la playa coruñesa de Ézaro, se vivió un momento que los responsables junto con las jóvenes jugadoras del CVP Net 7 recordarán. No es para menos ya que, en apenas tres años de historia, el equipo de voleyplaya se alzó con el trofeo que le acredita el campeonato nacional en la categoría cadete. Las voleibolistas: Lorena Reitz, Lola Portero, Andrea Arocha y Cristina Erdocia, junto con el preparador Víctor Díaz, entran a formar parte de la historia reciente de este club, que comenzó con la idea de fomentar el disfrute a través de este deporte.

En un partido intenso ante el equipo mallorquín del CV Manacor, las chicas del combinado grancanario se llevaron la victoria. " Lo vivimos con mucha presión y nervios", rememora la más joven, Lorena Reitz, de solo 15 años.

Fue un partido sufrido en donde las voleibolistas del preparador Víctor Díaz se impusieron en el primer set por 19-21 y más tarde sucumbieron en el segundo set con el mismo resultado, pero en contra, 21-19. Por ello, la batalla de los equipos insulares fue al tiebreak, donde terminaron por ganar 10-15 y demostraron su capacidad para remontar y no dejarse llevar por la presión.

"Cuando ganamos lo primero que se nos vino a la cabeza fue que ya era hora, porque en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas quedamos subcampeonas y se nos quedó un sabor amargo", apunta la bloqueadora Lola Portero.

El CVP Net 7, era considerado por las rivales como el equipo a batir por el resto de participantes en la arena gallega de la playa de Ézaro. "Éramos las favoritas para ganar el campeonato pero teníamos los pies en el suelo, aunque sabíamos que todas las rivales que nos íbamos a encontrar serian difíciles de batir", valora Andrea Arocha.

Eso sí, había otros favoritos como el Oviedo que acabó campeón el año pasado, o las del Voley Playa Madrid, que fueron los primeros clasificados, y los equipos gallegos que jugaron en casa como el Jealsa Boiro, que quedó en tercer lugar. Rivales de nivel que sirvieron para comprobar la calidad de las insulares.

El trofeo que las acredita como campeonas de la categoría cadete es un premio para la dedicación y entrega de las chicas. "Es fruto de todo el trabajo que hemos hecho desde el comienzo de temporada, aunque si que durante el partido nos entraron las dudas en el momento donde nos vimos por debajo, pero teníamos confianza en cada una de nosotras", señala de manera contundente Andrea Arocha.

"Han sido días emocionantes, estamos muy contentas, hemos recibido muchas felicitaciones", comenta Lola Portero recordando su corto pero intenso paso por tierras gallegas.

Diversión como filosofía

Las chicas que entrenan cuatro días de la semana durante unas tres horas en la Playa de las Alcaravaneras empezaron a adentrarse en el juego por la posibilidad que les brindaba el club de conocer a gente. Una filosofía que el fundador del club Chema Sánchez promueve dentro de la entidad. Porque la práctica del voleibol playero se centra en la mejora técnica, pero fundamentalmente en impulsar y transmitir la felicidad en un espacio natural como es la playa.

Además, este deporte que para algunas comenzó como una actividad pasajera para no "aburrirse", se ha convertido en un juego que les permite aprovechar esas horas para divertirse. "Es una forma de desconectar de la rutina diaria y divertirme con mis compañeras que al final se vuelven amigas por todas las horas y los momentos que pasamos juntas", admite de manera sonriente la defensora Cristina Ardocia.

Asimismo, Andrea añade que: "Empecé en el voleibol de playa porque es algo que viene de familia, ya que desde hace unos años me decidí por jugar, pero desde pequeña estaba metida en el deporte". En la misma línea se muestra su compañera Lorena, "Mi madre practicaba voleibol y me dijo que me apuntara, así que yo al final me terminé apuntando y lo seguí practicando porque me gustó".

La influencia familiar ha servido para que estas chicas se involucren en el deporte, pero no todas, ya que Cristina se decidió por el vóley playa después de "probar con otras actividades, como el baloncesto, donde hay mucho contacto".

Igualmente estas voleibolistas han de hacer frente a cuestiones cotidianas del día a día como es el colegio. Para ello, la palabra clave es la "organización", recalca Lola Portero. "Cuesta compaginarlo porque salgo muy tarde de clase y como tengo que venir del colegio, me toca hacer trayectos desde ahí hasta aquí, pero si estamos organizados, sabemos todas lo que tenemos que hacer cada día. Todo eso para poder venir porque disfrutamos mucho en la arena".

Lo que sí esperan de cara al futuro es poder repetir este logro en otras categorías a medida que mejoren su nivel y compitan más. Y es que, aunque cueste compaginarlo con otras tareas diarias, disfrutan cuando saltan a la arena de la Playa de Las Alcaravaneras para jugar al voley playa. Eso sí, nadie les quitará el hecho de que hayan quedado campeonas del certamen nacional en categoría cadete, un título que marca historia en su club.

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