España consiguió reconquistar el título mundial en China tras imponerse a Argentina con un quinteto que los entusiastas no olvidarán nunca. La selección de Sergio Scariolo resaltó por ser una "familia" durante el campeonato. Los propios jugadores lo sintieron así, e incluso fueron más allá al compartir el sabor de la gloria con los jugadores que participaron en las ventanas FIBA que por primera vez decidían la clasificación.

Quino Colom y los jugadores del Granca Javi Beirán y Xavi Rabaseda participaron en esas previas y tuvieron el premio de vivir la fase final. Son tres de los supervivientes de los que actuaron en aquellas ventanas FIBA.

En esos partidos tomaron parte un buen número de jugadores que pasaron a un segundo plano con la llegada del Mundial. Gasol, Ricky, Llull, Rudy y compañía eclipsaron a los protagonistas de la clasificación, pero no los olvidaron. Con la medalla al cuello, incluido Scariolo, quisieron recordar que España llegó al Mundial gracias a esos jornaleros sin la vitola de estrellas.

El seleccionador y Sergio Llull se acordaron de ellos. "Esto es gracias a ellos y me comprometo a que también tendrán su medalla de oro. He visto la fotografía de Benahavís (Málaga), donde empezó todo, y medio equipo de allí no estuvo en el Mundial. Pienso en cuántos chicos han trabajado para esto. En la final les hemos podido dar un premio merecido a muchos", declaró el italiano aún sobre el parqué tras conquistar el título. "Los que han jugado las ventanas tienen también una parte de esta medalla", dijo Llull.

Los tapados

La lista no es corta. Entre ellos figuran Sebas Saiz, Jaime Fernández, Fran Vázquez, Nacho Llovet, Rodrigo San Miguel, Víctor Arteaga, Alberto Abalde, Edgar Vicedo, Darío Brizuela, Sergi Vidal, Alberto Díaz, Santi Yusta, Sergio Rodríguez, Ilimane Diop, Joan Sastre, Xabi López-Arostegui, Jonathan Barreiro, Sergi García, Pere Tomas, Albert Ventura, Javi Vega y Carlos Alocén. Albert Oliver, Oriol Paulí y Pablo Aguilar fueron la cuota aportada por el Herbalife Gran Canaria

El base catalán, que vistió la camiseta claretiana durante seis temporadas y que desde este verano defiende la camiseta del Betis, se convirtió en el debutante más veterano en la historia de la selección española gracias a las ventanas. Se enfundaba la roja por primera vez con 39 años, la fecha el 24 de noviembre de 2017 en Podgorica. "Fue algo emocionante. Hicimos un gran partido contra Montenegro", reconoce.

Oliver disputó 25 minutos entre los dos primeros encuentros ante Montenegro y Eslovenia. En ellos, el base cazó tres rebotes y dio tres asistencias. "Me llegó cuando me llegó, a una edad avanzada, pero lo disfrute muchísimo todo. Desde el primer día que llegué, los entrenamientos, los viajes, la preparación, los partidos... Fue algo muy bonito para mí", reconoce el catalán, que matiza que "los campeones son los que fueron a China", aunque se siente "orgulloso" de sumar cuando le tocó.

Oriol Paulí, único del trío que sigue portando la amarilla, también disputó varios partidos clasificatorios. En total, el escolta gerundense jugó 118 minutos en seis encuentros, en los que anotó 47 puntos, atrapó 18 rebotes y dio 10 asistencias. "Es gratificante que te reconozcan tu esfuerzo", explica. "No esperaba ese agradecimiento justo después de ganar", dice Paulí, jugador del Granca desde 2014. Dice que vibró con el triunfo español: "Lo tenían difícil y contra todo pronóstico salieron campeones".

Otro que estuvo en las ventanas fue Pablo Aguilar, que militó en el conjunto claretiano entre 2015 y 2018. El ala-pívot fue el que más minutos disputó de los amarillos en la fase de clasificación. Disputó 155 minutos en siete partidos, logrando 47 puntos, 21 rebotes y cinco asistencias.

Tras levantar la copa de campeones del mundo, Scariolo aseguró que todos eso tapados "tendrán su medalla de oro" como muestra de reconocimiento.