El Poeta Tomás Morales Clipper (1.11.02), con Gustavo del Castillo a la caña, se adjudica el Campeonato Aguas de Teror 2019 al superar en la pega de desempate al Pueblo Guanche Hospital La Paloma (1.13.14), que contó con José Mari Ponce de patrón. El casco del barrio de San José logra de esta forma su quinto título consecutivo del Provincial e iguala a su adversario en el número total de entorchados, nueve.

La afición del deporte vernáculo, que siguió en gran número la regata, pudo disfrutar de una pega que contó con todos los alicientes de una gran final. Frente a frente, dos embarcaciones punteras que dieron lo mejor de sí, con dos tripulaciones que estuvieron a la altura.

El Pueblo Guanche abría la pega con una buena punta de velocidad; poco a poco iba sacando segundos de ventaja en los primeros tramo del recorrido. Su adversario, al no poder sacar el barlovento necesario, se vio obligado a realizar la primera virada cuando ambos navegaban a la altura de La Laja.

El casco del Barranquillo Don Zoilo contestaba pero iba a recibir dos repiquetes más del Poeta, que tenía toda la intención de recortar las diferencias e intentar troquear la vuelta del rival.

Mantuvo la ventaja el casco de José Mari Ponce, aunque la embarcación del barrio de San José con maniobras más rápidas se le fue metiendo encima.

Otro plus de repiquetes del Poeta le acercaba a su rival a la altura del Castillo de San Cristóbal. Una virada a tierra del Guanche le permitía coger una mejor bolina a la vuelta a fuera que le iba a poner a la popa del adversario, que le vira a media agua.

Un nuevo ciclo de repiquetes del Morales a la altura de los antiguos Juzgados y un pase por la proa le iba a dar la primera ventaja al bote de San José.

Con el Poeta por delante, el Guanche se veía en la necesidad de contrarrestar la desventaja y lo intentaba con repiquetes cuando ambas embarcaciones navegaban a la altura de la desembocadura del Guiniguada.

Todas la maniobras de la embarcación del Barranquillo Don Zolio fueron contestadas por el Morales, que se iba a dedicar a marcar a su adversario en el tramo medio de la pega.

La última opción del Pueblo Guanche para recortar las distancia iba a ser el paso por el espigón. En el último instante, este decide entrar por dentro del mismo, mientras el Poeta navegaba por fuera para más adelante virar e irse en busca de su oponente a las aguas de la orilla.

Con dos viradas más, el casco de San José se situaba frente a la meta para entrar triunfador entre los vítores y la alegría de sus aficionados, y entre los aplausos de la tripulación rival en reconocimiento a su triunfo.